El 2 de Agosto de 1635 una leñadora llamada Juana Pereira fue a buscar leña al bosque. Buscando la leña halló una piedra con una imagen. La imagen era sobre la Virgen que estaba cargando a Jesús en su brazo izquierdo. La leñadora se la llevó a su casa y la guardó en una cajita. Al siguiente día Juana fue al bosque para buscar más leña. En el camino encontró de nuevo la imagen de la Virgen. Ella la cogió y fue corriendo a su humilde casa pensando que tenía otra imagen para guardar en su cajita. Cuando llegó a su casa abrió su cajita y se dio cuenta que la otra imagen no estaba. Esa noche, Juana puso llave a la cajita pensando que la otra imagen había sido robada. Al otro día, Juana fue de nuevo al bosque para buscar leña y de nuevo encontró la imagen en el mismo sitio. Fue a su casa corriendo, abrió la cajita y la imagen nos estaba. Se asustó tanto que fue en busca del padre. Juana le contó los sucedido y el padre llevo la imagen a la iglesia, de la cual también desapareció, regresando al mismo lugar. Todos entendieron que la virgen quería permanecer allí, así que levantaron una iglesia allí.
Dios te salve hija del eterno Padre, del divino verbo paráclito esposa. Salve Reina de los Ángeles, amparo de pecadores, a ti clamamos señora, escucha nuestros clamores, a ti clamamos Señora, escucha nuestros clamores. Apareciste más bella, que el sol, la luna y la aurora, para ser de Costa Rica, reina y madre defensora. Te damos el alma y vida, las potencias y sentidos, no deseches a tus hijos, a tus plantas hoy rendido.
El 2 de Agosto de cada año sale la procesión por las calles de la ciudad de Clorinda.
Al costado de la basílica hay un manantial con agua bendita. De ahí, mucho fieles beben el agua y le rezan a la virgen.
Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles
Que la imagen en la que estaba representada podía trasladarse de un lugar a otro.
Un día una niñita estaba jugando con su pelota cerca de la basílica de Nuestra Señora de los Ángeles. Su pelota se le cayo a un precipicio de 40 metros, a la que la niña cayó también. Su madre esperando lo peor, miró a la niña y la vio con sólo un rasguño en la frente. Ella dijo que fue un milagro de Nuestra Señora de los Ángeles.
En agradecimiento por haber salvado al niño Manuel Jesús Ojeda Ruiz y le proteja por toda la vida. Domingo del Voto, 1995
Gracias virgencita de los ángeles por habernos salvado la vida en un accidente en el año de Manuel Infante y Dolores Margarde 14/8/95