POESÍA HISPANOAMERICANA

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Un día, cuando era estudiante de bachillerato, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Kyle. Cargaba con todos sus libros.
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Transcripción de la presentación:

POESÍA HISPANOAMERICANA Tema 16 del libro (págs. 336, 337, 338, 339)

Poesía Hispanoamericana Medio siglo: GRANDES POETAS MODERNISMO Principios de siglo 2.Vanguardia RUBÉN DARÍO CÉSAR VALLEJO 3.Poesía pura PABLO NERUDA POSMODERNISMO: 1. poesía intimista 4. Poesía social 5. Últimas décadas

MODERNISMO Movimiento que abarca todas las artes   Movimiento que abarca todas las artes Finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Gaudí llenó Barcelona de su arquitectura modernista, también llamada Art Decó.

RASGOS FORMALES Renovación métrica: alejandrinos, verso libre... Sensorial: musicalidad y colorido. Léxico: palabras sugerentes, abundante adjetivación, cultismos Símbolos, sinestesias El árbol de la vida. Gustav Klimt

RUBÉN DARÍO (1867-1916) Azul 1888 Prosas profanas 1892 Cantos de vida y esperanza 1905

YO PERSIGO UNA FORMA Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo, botón de pensamiento que busca ser la rosa; se anuncia con un beso que en mis labios se posa al abrazo imposible de la Venus de Milo. Adornan verdes palmas el blanco peristilo; los astros me han predicho la visión de la Diosa; y en mi alma reposa la luz como reposa el ave de la luna sobre un lago tranquilo. Y no hallo sino la palabra que huye, la iniciación melódica que de la flauta fluye y la barca del sueño que en el espacio boga; y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente, el sollozo continuo del chorro de la fuente y el cuello del gran cisne blanco que me interroga.

Vida y muerte. Gustav Climt LO FATAL Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la piedra dura, porque ésta ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,  ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos,  y la carne que tienta con sus frescos racimos y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,  ¡y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos...! Vida y muerte. Gustav Climt

Vida y muerte. Gustav Climt LO FATAL Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la piedra dura, porque ésta ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,  ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos,  y la carne que tienta con sus frescos racimos y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,  ¡y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos...! Vida y muerte. Gustav Climt

POSMODERNISTA Intimista: Sencilla, cotidiana Temas: Tono nostálgico el amor a la tierra la muerte el amor Tono nostálgico Autoras: Juana Ibarborou Delmira Agustini Alfonsina Storni Gabriela Mistral Grabiela Mistral consiguió el Premio Nobel en 1945

EL AMOR QUE CALLA Si yo te odiara, mi odio te daría en las palabras, rotundo y seguro; pero te amo y mi amor no se confía a este hablar de los hombres, tan oscuro. Tú lo quisieras vuelto en alarido, y viene de tan hondo que ha deshecho su quemante raudal, desfallecido, antes de la garganta, antes del pecho. Estoy lo mismo que estanque colmado y te parezco un surtidor inerte. ¡Todo por mi callar atribulado que es más atroz que el entrar en la muerte! G. Mistral: Desolación, 1922

DESVELADA Como soy reina y fui mendiga, ahora vivo en puro temblor de que me dejes, y te pregunto, pálida, a cada hora: «¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!» Quisiera hacer las marchas sonriendo y confiando ahora que has venido; pero hasta en el dormir estoy temiendo y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?». Desolación, dolor, 1922

Experimentación lingüística Caligramas 2. Vanguardista Años 20 Surrealismo Experimentación lingüística Caligramas "El horimento bajo la firmazonte Se embarca en la luna Para dar la vuelta al mundo" Altazor, Canto V. Vicente Huidobro

¡Ventanas con aliento y labios de mujer! CROQUIS SEVILLANO El sol pone una ojera violácea en el alero de las casas, apergamina la epidermis de las camisas ahorcadas en medio de la calle. ¡Ventanas con aliento y labios de mujer! Pasan perros con caderas de bailarín. Chulos con los pantalones lustrados al betún. Jamelgos que el domingo se arrancarán las tripas en la plaza de toros. ¡Los patios fabrican azahares y noviazgos! Hay una capa prendida a una reja con crispaciones de murciélago. Un cura de Zurbarán, que vende a un anticuario una casulla robada en la sacristía. Unos ojos excesivos, que sacan llagas al mirar. Las mujeres tienen los poros abiertos como ventositas y una temperatura siete décimos más elevada que la normal. Oliverio Girondo Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922)

Imágenes vistosas y coloristas Lírica musical y llena de matices 3. Poesía Pura Coetáneos de la gen.27 Imágenes vistosas y coloristas Lírica musical y llena de matices Estilización antirretórica Búsqueda de plasmar lo esencial Eliminación de lo superfluo Autores: algunos libros de Jorge Luis Borges José Lezama Lima Jorge Luis Borges

Mis libros (que no saben que yo existo) son tan parte de mí como este rostro de sienes grises y de grises ojos que vanamente busco en los cristales y que recorro con la mano cóncava. No sin alguna lógica amargura pienso que las palabras esenciales que me expresan están en esas hojas que no saben quién soy, no en las que he escrito. Mejor así. Las voces de los muertos me dirán para siempre. Jorge Luis Borges

4. Poesía social: de la negritud Compromiso con la realidad social Contra el cosmopolitismo Raíces mestizas de las Antillas: Ritmos Canciones Mitos Autores: Nicolás Guillén y Nicanor Parra Nicolás Guillén

A VECES... A veces tengo ganas de ser un cursi para decir: La amo a usted con locura. A veces tengo ganas de ser tonto para gritar: ¡La quiero tanto! A veces tengo ganas de ser un niño para llorar acurrucado en su seno. A veces tengo ganas de estar muerto para sentir, bajo la tierra húmeda de mis jugos, que me crece una flor rompiéndome el pecho, una flor, y decir: Esta flor, para usted La rueda dentada (1972) Nicolás Guillén

5. Últimas décadas Nicanor Parra y la antipoesía Ironía un lenguaje trivial, directo el malestar de la modernidad Caricatura un incisivo humor desde un prisma pesimista.

CACHUREO Aleluya? Aleluya! * dice culo léáse cielo Decidme hijos hay Marx Sí padre:                     Marx hay Cuántos Marxes hay? Un solo Marx no + Dónde está Marx? En el culo*                       en la tierra                                               y en todo lugar   Aleluya? Aleluya!   * dice culo   léáse cielo Cachureo, ecopoemas, guatapiques, últimas prédicas (1983) Nicanor Parra

Octavio Paz (1914-1998) Premio Nobel de Literatura en 1990 preocupación social, presente en sus primeros libros Existencial: la soledad y la incomunicación la creación de una poesía espacial cuyos poemas fueron bautizados por topoemas (de topos + poema). poesía intelectual y minoritaria, casi metafísica en la que además de signos lingüísticos se incluyen signos visuales. Octavio Paz (1914-1998)

Las horas, su intangible pesadumbre, su peso que no pesa, su vacío, abigarrado horror, la sed que expío frente al espejo y su glacial vislumbre, mi ser, que multiplica en muchedumbre y luego niega en un reflejo impío, todo, se arrastra, inexorable río, hacia la nada, sola certidumbre. Hacia mí mismo voy; hacia las mudas, solitarias fronteras sin salida: duras aguas, opacas y desnudas, horadan lentamente mi conciencia y van abriendo en mí secreta herida, que mana sólo, estéril, impaciencia. Calamidades y milagros (1937-1948)

César Vallejo (1892-1938) Poeta del dolor humano Inicios modernistas en Los heraldos negros (1919) Anticipa la vanguardia con Trilce(1922): triste+dulce Compromiso político y solidaridad en España aparta de mí ese cáliz (1937)

Los Heraldos Negros (1918) LOS HERALDOS NEGROS Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... ¡Yo no sé! Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas; o los heraldos negros que nos manda la Muerte. Son las caídas hondas de los Cristos del alma de alguna fe adorable que el Destino blasfema. Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza, como charco de culpa, en la mirada. Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

Pablo Neruda (1904-73) Premio Nobel de literatura 1972 Inicios modernistas Desarrollo surrealista en Residencia en la tierra. Solidaridad con el pueblo en Canto General, 1950.

Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924) Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos, te pareces al mundo en tu actitud de entrega. Mi cuerpo de labriego salvaje te socava y hace saltar el hijo del fondo de la tierra. Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros y en mí la noche entraba su invasión poderosa. Para sobrevivirme te forjé como un arma, como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda. Pero cae la hora de la venganza, y te amo. Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme. Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia! Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste! Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia. Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso! Oscuros cauces donde la sed eterna sigue, y la fatiga sigue, y el dolor infinito.

NOVELA HISPANOAMERICANA Tema 16 (Págs. 335, 336, 342, 343, 344, 345, 346, 347)

NOVELA HISPANOAMERICANA Novela experimental 1960-80 Principios de siglo: Realismo tradicional Medio siglo: Realismo mágico Ernesto Sábato Miguel Ángel Asturias Realista Julio Cortázar Alejo Carpentier Carlos Fuentes Indigienista Jorge Luis Borges G. García Márquez Juan Rulfo M. Vargas Llosa

Realismo tradicional: Realista Mundo rural y sus tipos Problemas sociales y humanos Naturaleza salvaje y grandiosa Doña Bárbara, Rómulo Gallegos Indigienista: explotación del indio a manos de los blancos Raza de bronce, Alcides Arguedas El mundo es ancho y ajeno, Ciro Alegría http://www.youtube.com/watch?v=T1cGoEVDiaU

Realismo mágico Autores: Realismo+els fantásticos Ambientes urbanos Preocupaciones existenciales Innovaciones formales Elementos que desafían la lógica Autores: M.A. Asturias: El Señor Presidente Lenguaje barroco: imágenes y símbolos Novela de dictador Estética expresionista

Sin dejar la carga -más le pesaba el miedo- tiró de un pie al supuesto cadáver y cuál asombro tuvo al encontrarse con un hombre vivo, cuyas palpitaciones formaban gráficas de angustia a través de sus gritos y los ladridos del can, como el viento cuando entretela la lluvia. Los pasos de alguien que andaba por allí, en un bosquecito cercano de pinos y guayabos viejos, acabaron de turbar al leñador. Si fuera un policía... De veras, pues... Sólo eso le faltaba...      -¡Chú-chó! -gritó al perro. Y como siguiera ladrando, le largó un puntapié-. ¡Chucho, animal, dej' estar!...      Pensó huir... Pero huir era hacerse reo de delito... Peor aún si era un policía... Y volviéndose al herido:      -¡Preste, pues, con eso lo ayudo a pararse!... ¡Ay, Dios, si por poco lo matan!... ¡Preste, no tenga miedo, no grite, que no le estoy haciendo nada malo! Pasé por aquí, lo vide botado y...      -Vi que lo desenterrabas -rompió a decir una voz a sus espaldas- y regresé porque creí que era algún conocido; saquémoslo de aquí...      El leñador volvió la cabeza para responder y por poco se cae del susto. Se le fue el aliento y no escapó por no soltar al herido, que apenas se tenía en pie. El que le hablaba era un ángel: tez de dorado mármol, cabellos rubios, boca pequeña y aire de mujer en violento contraste con la negrura de sus ojos varoniles. Vestía de gris. Su traje, a la luz del crepúsculo, se veía como una nube. Llevaba en las manos finas una caña de bambú muy delgada y un sombrero limeño que parecía una paloma.      ¡Un ángel... -el leñador no le desclavaba los ojos-, un ángel -se repetía-, ...un ángel! El Señor Presidente

Autores: Alejo Carpentier: J. L. Borges: Lenguaje rico y sugerente Creación de nuevos mundos Personajes muy atractivos Los pasos perdidos, civilización-barbarie, búsqueda de la propia esencia personal J. L. Borges: Vértigo intelectual: recrea universos ficticios Estilo irónico Tono erudito Desaparece el tiempo y el individuo Temas: destino personal

En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, (…), vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), (…)vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo. " El Aleph, Jorge Luis Borges

Autores: Juan Rulfo: Revolución mejicana Ts: dolor en la infancia Pedro Páramo (1955): Muerte Ruptura de la linealidad temporal Diferentes puntos de vista narrativos Monólogo interior “¡Oh!, por qué no lloré y me anegué entonces en lágrimas para enjuagar mi angustia. ¡Señor, tú no existes! Te pedí tu protección para él. Que me lo cuidaras. Eso te pedí. Pero tú te ocupas nada más de las almas. Y lo que yo quiero de él es su cuerpo. Desnudo y caliente de amor; hirviendo de deseos; estrujando el temblor de mis senos y de mis brazos. Mi cuerpo transparente suspendido del suyo. Mi cuerpo liviano sostenido y suelto a sus fuerzas. ¿Qué haré ahora con mis labios sin su boca para llenarlos? ¿Qué haré de mis adoloridos labios?”

Novela experimental (1960-80) Boom de la narrativa hispanoamericana Técnicas europeas (Joyce, Kafka, Faulkner…) Técnicas nuevas: Tipos de texto Participación del lector Liberación expresiva Literatura de la revolución-revolución de la literatura Estilo: neologismos, diversos registros del lenguaje, anacronismos, juegos de palabras y a exuberancia barroca del vocabulario culto y de la sintaxis gongorina

Ernesto Sábato (1911) Narrativa intelectualizada, cercana al ensayo. Combinación de autobiografía, ficción, realidad y sueños, narración y ensayo. El túnel A veces volvía a ser piedra negra y entonces yo no sabía qué pasaba del otro lado, qué era de ella en esos intervalos anónimos, qué extraños sucesos acontecían; y hasta pensaba que en esos momentos su rostro cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y que quizá había risas cruzadas con otro y que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizá se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad.

Relatos breves, cuentos fantásticos: Las armas secretas Novedades estructurales: Rayuela Julio Cortázar (1914-84) Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo de aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi, como una luna en el agua.

-Como podría estar con Zapata o Villa. No creo en ninguno. Actitud crítica Renovación formal La muerte de Artemio Cruz Carlos Fuentes (1928) -Depende de cómo lo mires. Tú nada más has andado en las batallas; has obedecido órdenes y nunca has dudado de tus jefes. -Seguro. Se trata de ganar la guerra. Qué, ¿tú no estás con Obregón y Carranza? -Como podría estar con Zapata o Villa. No creo en ninguno. -¿Y entonces? -Ése es el drama. No hay más que ellos. No sé si te acuerdas del principio. Fue hace tan poco, pero parece tan lejano… cuando no importaban los jefes. Cuando esto se hacía no para elevar a un hombre, sino a todos- -¿Quieres decir que hable mal de la lealtad de nuestros hombres? Si eso es la revolución, no más: lealtad a los jefes.

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar (…). Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea y con un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de Melquíades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia. (…), y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y tornillos tratando de desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se les había buscado y se arrastraban en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de Melquíades. “Las cosas tienen vida propia -pregonaba el gitano con áspero acento-, todo es cuestión de despertarles el ánima.” Cien años de soledad

G. García Márquez (1928) Novelas de conquista Realismo mágico Riqueza estilística Estructuras circulares Humor Tragedia Crítica social Costumbrismo e Hª Cien años de soledad (1967) Del amor y otros demonios http://www.youtube.com/watch?v=ut49aOMAMVo El amor en los tiempos del cólera

M. Vargas Llosa (1936) Experimentación lingüística y estructural Visión irónica de la vida Parodia de textos legislativos: Pantaleón y las visitadoras Autobiografía: La tía Julia y el escribidor Crítica social: La ciudad y los perros El misterio de la sierra: Lituma en los Andes http://www.youtube.com/watch?v=nKtdkXDLJa0 http://www.youtube.com/watch?v=eUbZLU0xCNs Pantaleón y las visiadoras

" Había mucho tráfico. El chofer, maniobrando, consiguió abrirse paso(…). En eso, estalló la balacera a sus espaldas. Una gritería ensordecedora se levantó alrededor; la gente corría entre los autos, los carros se trepaban a las veredas. Antonio oyó voces histéricas: «¡Ríndanse, carajo!». «¡Están rodeados, pendejos!» Al ver que Juan Tomás, exhausto, se paraba, se paró también a su lado y comenzó a disparar. Lo hacía a ciegas, porque caliés y guardias se escudaban detrás de los Volkswagen, atravesados como parapetos en la pista, interrumpiendo el tráfico. Vio caer a Juan Tomás de rodillas, y lo vio llevarse la pistola a la boca, pero no alcanzó a dispararse porque varios impactos lo tumbaron. A él le habían caído muchas balas ya, pero no estaba muerto. «No estoy muerto, coño, no estoy.» Había disparado todos los tiros de su cargador y, en el suelo, trataba de deslizar la mano al bolsillo para tragarse la estricnina. La maldita mano pendeja no le obedeció. No hacía falta, Antonio. Veía las estrellas brillantes de la noche que empezaba, veía la risueña cara de Tavito y se sentía joven otra vez. " La fiesta del chivo. http://www.youtube.com/watch?v=yYF_2Icsk2w