SER Y HACER Octubre – Diciembre 2014

INTRODUCCIÓN Concepto CCE: Los que son salvos por la gracia serán hacedores de la Palabra de Dios, porque han puesto su fe plenamente en Cristo.

MOTIVACIÓN ¿Te resulta más fácil caer en la tentación cuando estás solo o cuando estás con otra persona? ¿Por qué?

¿Qué significa “ser”? ¿Qué significa “hacer”? MOTIVACIÓN

Tema: Ser hacedor de la Palabra Aprendizaje esperado: Explicar lo que la Biblia afirma acerca de ser un hacedor de la Palabra. INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN Para analizar: ¿Qué dice la Biblia acerca de ser un hacedor de la Palabra?

CAPACIDADES

Según Santiago 1:22, ¿qué es ser un hacedor de la Palabra? Según Santiago 1:22, ¿qué es ser un hacedor de la Palabra? “Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22) “Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22) I. SER UN HACEDOR

Santiago combina el ser con el hacer. No los separa, ni hace uno de ellos más importante que el otro. Son como dos lados de la misma moneda: inseparables. Es llegar a ser un creyente nuevo en el Señor y como resultado hacer las cosas que Dios manda. Es un estilo de vida continuo de obediencia. La fe es activa, se manifiesta en las buenas obras. Revela que la obra de salvación de Dios es efectiva en nosotros. “La religión no consiste en obras, pero la religión obra; no es inactiva” (Carta 7, 1883). I. SER UN HACEDOR

Según Santiago 1:25, ¿de qué manera la ley es libertad para el creyente? Según Santiago 1:25, ¿de qué manera la ley es libertad para el creyente? “Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:25). “Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:25). II. LA LEY DE LA LIBERTAD

Siendo que "todos pecaron" (Romanos 3:23), la Ley nos condena a muerte (Romanos 3:19; Santiago 2:9), somos prisioneros (Gálatas 3:23). En este contexto la Ley es la "ley de la libertad" (Santiago 2:12) porque la Ley nos muestra nuestra necesidad de un Salvador. Por la la fe en Cristo, somos justificados y liberados (Gálatas 3:24). Solo somos prisioneros mientras continuemos en pecado. Jesús nos libera del temor de la condenación y de "la ley del pecado y de la muerte" (Romanos 8:1, 2; Hebreos 2:14, 15). II. LA LEY DE LA LIBERTAD

Según Santiago 1:26 y 27, ¿cómo somos hacedores de la Palabra? Según Santiago 1:26 y 27, ¿cómo somos hacedores de la Palabra? “Si alguno se cree religioso entre vosotros, pero no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo” (Santiago 1:26, 27) “Si alguno se cree religioso entre vosotros, pero no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo” (Santiago 1:26, 27) III. CRISTIANISMO ÚTIL

Elección de palabras. Es cuidar las palabras en contenido, tono y expresiones corporales. Atención a los necesitados. Atender con amor y cuidado a huérfanos y viudas. Guardarse sin mancha del mundo. Es no dejarse influenciar por las costumbres paganas. Es actuar como Jesús: Comunión con Dios y conocer su voluntad (Mateo 5:6). Luego ir a la gente y hablarles de la vida eterna (Juan 4:28-35). III. CRISTIANISMO ÚTIL

APLICACIÓN ¿Qué dice la Biblia acerca de ser un hacedor de la Palabra? Los salvos por la gracia, por la fe en Dios, serán hacedores de la Palabra de Dios. La raíz de la tentación se encuentra en nuestros propios deseos. La Palabra de Dios es un arma efectiva contra el pecado ¿Para qué nos servirá lo aprendido?

CREATIVIDAD En tu hogar, haz una lista por escrito de los pecados con los cuales luchas y te gustaría eliminar de tu vida. Luego, corta en tiras lo anotado y pide a Dios que elimine esos pecados de tu vida. Pídele que quieres ser no solo un oidor sino también un hacedor de su Palabra. Quema las tiras de papel y ¡SÉ UN VENCEDOR!

Elaborado por: Dr. Alfredo Padilla Chávez Lima - Perú

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