“La barriga de papá” Miguel-A.
La barriga goza de mala prensa en nuestros días. Esta curva de la felicidad, fruto de alegrías culinarias y de alguna que otra copa de más, está proscrita. Son muchos los hombres que temen que su barriguita bonachona se convierta en una socarrona “tripa cervecera”. Ante tal amenaza, jóvenes y no tan jóvenes, acuden a doctores, y llenan los gimnasios... sobre todo durante los meses que preceden al verano para evitar las miradas socarronas en la playa.
Una niñita entra en el cuarto de sus padres, y se encuentra a su mamá, desnuda, sentada encima del papá, subiendo y bajando, saltando y brincando. Al darse cuenta de que la niña estaba presente, la madre se desmonta rápidamente. La niña, sin comprender el espectáculo, se marcha.
Preocupada por lo que ha visto la niña, la madre se viste, y va en su búsqueda. Al verla, la niña le pregunta: - ¿Qué hacíais tú y papá en la cama?. - Tú sabes, hija, que tu papá tiene una barriga muy grande, y, a veces, yo tengo que sentarme encima de ella para aplanarla.
- Mamá, estás perdiendo el tiempo - responde la niña. - ¿Por qué? -pregunta la madre. - ¡Porque cuando tú te vas de compras, viene la vecina, se arrodilla frente a papá, y se la vuelve a inflar.