Capítulo Uno
Es primavera. Cosmo y Luc juegan cerca del arroyo. Se cuidan de no tropezar y caerse.
Las botas de Cosmo le quedan pequeñas. “Puedes tirarlas a la basura”,dice Luc. Cosmo se quita las botas. Él y Luc recogen flores.
Las botas han empezado a flotar con la corriente en el arroyo. La maestra L ve esto y grita: “¡Ay no, Cosmo!
Capítulo Dos
La maestra L dice, “Varios animales viven en el agua. Si ustedes ponen basura en el arroyo, esto podría dañar a los animales que viven en el arroyo, en un río ¡o incluso en el océano!” Cosmo y Luc parecen estar avergonzados.
“¿Cómo dañan a los animales marinos las botas?” -pregunta Luc. ”Se lo mostraré,” dice la maestra L.
Vuelven a la escuela. “¡Wen, Lucía!” grita la maestra: “¡Vamos! ¡Es hora de una aven- tura! Los niños de Lango meten boca- dillos y agua en las mochilas.
Capítulo Tres
La maestra L maneja el autobús cerca del río. Los niños de Lango ven a ranas, peces, y nutrias. Ven basura. Tienen la cara triste.
El autobús para al lado de un edificio. Un letrero dice, “Hospital para Mamíferos Marinos.” Un hombre saluda con la mano a los niños de Lango.
“¡Bienvenidos!” dice el hombre. “Soy el doc- tor Lo. Soy veterinario. Les voy a mostrar por qué cuidamos nuestros océanos. ¿Quién está listo para dar una vuelta?” Los niños de Lango bajan del autobús. Parecen estar nervio- sos.
Capítulo Cuatro
Hay un helicóptero. “Soy piloto,” dice el doctor Lo. “¡Suban!” Los niños de Lango tienen auriculares. ¡Ahora los niños de Lango están muy nerviosos!
El helicóptero asciende hasta que está arriba del hospital. El helicóptero vuela debajo de un puente. El helicóptero vuela por encima del océano.
El helicóptero descien- de. Ven a animales: ballenas, bancos de peces y grupos de delfines. “Los animales marinos son hermosos,” dice el doctor Lo. “Tenemos que cuidarlos”.
Capítulo Cinco
El helicóptero aterriza. Los niños caminan hacia la puerta. Están contentos de estar otra vez en tierra firme.
Los niños están en un salón grande. Hay muchos tanques de agua. Hay animales dentro de los tanques: nutrias, focas, ballenas y delfines.
Wen mira a un delfín. Ve que tiene una venda en el ojo. “¡Mira!” dice, “¡el delfín está lastima- do!” El doctor Lo dice: “Por eso están aquí todos estos animales.”
Capítulo Seis
Wen ve a una nutria que tiene una venda. “¿Qué pasó?” pregunta. El doctor Lo contesta: “Nadaba y se cortó.” “Eso me pone triste” dice Wen.
Lucía mira a una foca que nada muy lenta- mente. “¿Por qué nada tan lentamente?” pregunta. “Nadó entre el petróleo. Eso la hizo enferma”, dice el doctor Lo. “Eso me enoja”, dice Lucía.
Los niños de Lango no se sienten felices. Luc dice, “Entiendo por qué no debo poner basura en el arroyo”. Cosmo asiente con la cabeza. El doctor Lo dice: “Síganme.”
Capítulo Siete
El doctor Lo levanta a una nutria y la envuelve en una toalla mojada. “Esta nutria se ha recu- perado” dice: “Ahora podemos devolverla al océano”.
Caminan hacia un mue- lle. Caminan hasta el fi- nal. El doctor Lo deja caer cuidadosamente a la nutria en el océano. “Ahora es libre”.
La nutria se aleja nadan- do. “Creo que sonríe,” dice Lucía. “Creo que tienes razón” dice la maestra L. Los niños hacen adiós.
Capítulo Ocho
“Doctor Lo,” dice Luc, “¿Cómo podemos ayudar?” “Cualquier persona puede ayudar” dice el doctor Lo. “Ustedes pueden ayu- dar trabajando como voluntarios, como ellos”.
“Díganles a los niños que necesitan cuidar nuestras aguas. Ustedes deben ense- ñarles a otras personas a ayudar” dice el doctor Lo.
“Haremos una fiesta”, dice la maestra L. “¡Limpiaremos el arro- yo! Empecemos”.
Capítulo Nueve
La maestra L maneja el autobús al lado del río. Los niños ven la basura en el río. También ven flores y ardillas.
Los niños limpian el arroyo. Llevan botas y guantes. Llenan bolsas de basura. Pero, ¿dónde está la maestra L?
La maestra L está dándoles la bienvenida a unos niños. Han venido para aprender. Llegan en autobuses.
Capítulo Diez
Los niños de Lango vuelven a la escuela. Ven a muchos niños. Están sentados en círculo. Los niños de Lango están nerviosos.
Luc dice en voz alta, “Cosmo y yo tiramos basura en nuestro arroyo”. Los niños están sorprendidos. “Eso no es bueno. Tenemos que cuidar nuestras aguas y a los animales”.
“Ahora entendemos”, dicen los niños de Lango. Los visitantes aplauden. Ayudan a limpiar el arroyo. ¡El arroyo está limpio!