La Trinidad

Él se revela como Padre, Hijo y Espíritu Santo. La fiesta de la TRINIDAD nos invita a reflexionar sobre el Misterio de la vida íntima de Dios y conocer mejor quién es nuestro Dios. Él se revela como Padre, Hijo y Espíritu Santo.

La 1ª Lectura presenta al Dios de la ALIANZA. Dios es el PADRE que con sabiduría creó y dirige el universo. (Dt 4, 32-34.39-40) Es parte de un discurso de Moisés, al final de su vida, en que resume la Alianza y sus exigencias. Invita a Israel a contemplar su historia y la acción de Dios en su vida y en la liberación de Egipto.

Da pistas para reconocer el verdadero rostro de Dios. Es un Dios que establece COMUNIÓN y familiaridad con su Pueblo. Va a su encuentro, habla con ellos y está siempre atento a sus problemas. Es un Dios fiel, a pesar de la infidelidad de Israel. Y concluye invitando al Pueblo a cumplir los mandamientos del Señor, pues son propuestas de un Dios que nos ama y quiere nuestra felicidad y nuestra plena realización.

* El Antiguo Testamento no conocía el Misterio de la Trinidad. En esa etapa, aparece la UNICIDAD y la ESPIRITUALIDAD de Dios, así como los atributos de OMNIPOTENCIA y MISERICORDIA En la 2ª Lectura, Pablo resalta que, gracias al don del ESPÍRITU, a través de CRISTO somos hijos de Dios y, por eso, podemos llamar a Dios "Abba", "PADRE". (Rm 8,14-17)

El texto describe el encuentro final entre Jesús y los discípulos. En el Evangelio, Jesús envía a los discípulos en Misión para predicar el Evangelio y Bautizar en nombre de la TRINDAD. (Mt 28,16-20) El texto describe el encuentro final entre Jesús y los discípulos. En él aparece una fórmula trinitaria usada en el Bautismo cristiano. Por el Bautismo, nos hacemos partícipes de la Comunión trinitaria.

que la Iglesia es una Comunidad Misionera Mateo revela que la Iglesia es una Comunidad Misionera y tiene dos etapas de iniciación cristiana: ENSEÑANZA y BAUTISMO. Inicia con la catequesis sobre las palabras y los gestos de Jesús, y el Bautismo sella la íntima comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

LA TRINIDAD DIOS PADRE ESPÍRITU HIJO SANTO NO ES NO ES DIOS ES ES HIJO Hch. 10, 38 ESPÍRITU SANTO NO ES La celebración de la fiesta de la Trindad no es una invitación a descifrar el Misterio de un Dios en tres personas, sino una propuesta a contemplar a Dios, que es AMOR y vive en comunión de personas y nos convida a participar de la vida íntima de Dios.

El Prefacio de hoy afirma: "Con tu único Hijo y el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor; no una sola persona, sino tres personas en una sola naturaleza. Y lo que creemos de tu gloria, porque Tú lo revelaste, lo afirmamos también de tu Hijo, y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De modo que, al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna Divinidad, adoramos tres Personas distintas, de única naturaleza e iguales en su dignidad".

¿Por qué Cristo nos reveló este Misterio? Este Misterio es algo tan sublime, que supera a nuestra capacidad de comprensión, pero podemos y debemos crecer en el conocimiento de Dios... Sabemos de la existencia de este Misterio, porque Jesús nos lo ha revelado. ¿Por qué Cristo nos reveló este Misterio? Ciertamente, no ha sido para que sea un problema para nuestra comprensión. Al contrario, porque Dios nos ama, y quiere que participemos aún más de cerca de su vida de amor.

"Si alguien me ama, guardará mis palabras; El mismo Cristo nos señaló el modo: "Si alguien me ama, guardará mis palabras; y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada..." ¡Qué verdad consoladora!: que nuestra persona sea un Templo de la Trindad... - En nosotros está el PADRE, que nos llamó de la nada, nos sopló el espíritu de la vida, nos dio un nombre, nos confió una misión.

- Del Padre, somos hijos amados... - En nosotros está el HIJO, que entregó su vida por nosotros. Imagen del Hijo de Dios que ha de ser imitada y reproducida por todos nosotros. - En nosotros está el ESPÍRITU SANTO, que nos ilumina y fortalece en los caminos de Dios. Y toda esa maravilla comenzó en nosotros desde nuestro BAUTISMO. - Del Padre, somos hijos amados... - Del Hijo, somos hermanos y participamos de su misma vida y de su mismo proyecto. - Del Espíritu Santo, recibimos inspiración e impulso para que vivamos la vida divina.

Esta relación con las tres personas divinas, debe ser cultivada en nuestra vida. Estamos llamados a renovar nuestro compromiso bautismal, para que seamos reflejos de la Trinidad, signos de comunión, participación y esperanza, en un mundo tan dividido, individualista y desesperanzado.

La Biblia nos cuenta que en Moisés, después de haber hablado con Dios, dos rayos de luz tan intensa iluminaban su rostro, que no se le podía mirar... Que todos cuantos nos encontremos esta semana, tras nuestro encuentro con Dios en esta celebración, puedan ver en nosotros, a alguien que también se encontró con su Dios... Pe. Antonio Geraldo Dalla Costa CS 03.06.2012

Traducción: P. José Luis Uranga, CMF MI DOMINGO Con la Palabra de Dios Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS Ilustración: Nelso Geraldo Ferronatto Traducción: P. José Luis Uranga, CMF Música: Deus eterno a vós louvor Autor: Haydn CD: Festas Liturgicas CNBB Busca la dirección: http://www.buscandonovasaguas.com