SE CRECE cuando uno se siente joven aunque tenga 100 años.
Se crece cuando uno acepta la realidad y posee suficiente aplomo y equilibrio para vivirla. Se crece cuando uno asume su destino pero se empeña en trabajar para modificarlo si es necesario.
Se crece cuando uno admite su pasado, construye el presente y proyecta el futuro. Se crece cuando uno se valora a sí mismo en lo que es sin dejar por eso de valorar a los demás.
Se crece cuando uno se siente feliz escuchando, ayudando o dando a los demás, sin esperar recompensa alguna, pero alegrándose al recibir algo por más pequeño que sea.
Se crece cuando uno cree que es capaz de ransformar deseos e ilusiones en realidades, sin permitir que se apague la llama de la esperanza.