Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. SALMOS
Aclamen al Señor, hombres buenos; en labios de los buenos la alabanza es hermosa. ALEGRÍA Salmo 33, 1
Señor, abre mis labios, y con mis labios te cantaré alabanzas. GRATITUD Salmo 51, 15
Cuando veo el cielo que Tú mismo hiciste, y la luna y las estrellas que pusiste en él, pienso: “¿Qué es el hombre? ¿Qué es el ser humano? ¿Por qué lo recuerdas y te preocupas por él?” BONDAD Salmo 8, 3-4
GOZO El Señor es la porción de mi herencia. Tú eres quien guarda mi suerte; cayeron mis cordeles en parajes amenos y me encanta mi heredad. GOZO Salmo 16, 5-6
Como ciervo sediento en busca de un río, así, Dios mío, te busco a ti. PEREGRINAR Como ciervo sediento en busca de un río, así, Dios mío, te busco a ti. Salmo 42, 1
¡Dios mío, tú eres mi Dios ¡Dios mío, tú eres mi Dios! Con ansias te busco, pues tengo sed de ti; mi ser entero te desea, cual tierra árida, sin agua, sin vida. NECESIDAD Salmo 63, 1
Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos! MISERICORDIA Salmo 51, 17
El Señor dice: “Mis ojos están puestos en ti El Señor dice: “Mis ojos están puestos en ti. Yo te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir”. SEGURIDAD Salmo 32, 8
Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. CONFIANZA Salmo 37, 4