“Primer empleo” Miguel-A.
La chica suspendía una y otra vez, y no tenía ganas de estudiar. Como el padre es un tipo de pocas pulgas, la aprieta: - ¡Ah! ¿No quieres estudiar? Bueno, pues no estudies, pero yo no mantengo vagos. ¡Así que vas a trabajar!. El padre, que tiene algunos amigos, dada su larga trayectoria en la política, trata de conseguir un empleo para su hija: Y para ello habla con la Jefa de Personal del partido.
Oye, Pepi, ¿te acuerdas de mi hija? Bueno, pues no quiere estudiar por ahora. Necesitaría un puesto de trabajo... al menos, para que empiece a trabajar mientras decide si va a seguir una carrera, o no. El asunto es que haga algo, y no vaguee. ¿Me entiendes?.
Sí, me acuerdo. ¡Una chica muy maja! P ues, así de pronto, no se me ocurre nada. Pero tenemos una vacante para Asesor de la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores. Unos 9000 euros mensuales... reuniones... sesiones... cosas de esas. ¡Ya sabes! ¡Está guay!, ¿no?.
¡Nooo, Pepi, no! ¡Eso es una locura! Mi hija no tiene experiencia. Tiene que comenzar desde abajo.
¡Ya lo tengo Manolo!. Le conseguiré un cargo de Secretaria Privada de un Diputado. El sueldo es algo más modesto, de 5000 euros al mes. Ya sabes cómo es eso. Acompañar al Diputado a todas partes. En fin, no se mataría a trabajar. ¡Yo misma empecé por ahí!.
¡No, Pepi! No quiero que la vida se le haga tan fácil de entrada. Quiero que sienta la necesidad de estudiar. ¿Me entiendes? Si gana esa pasta ahora, ya no estudiará nunca.
¡Está bien! ¿Qué tal Ayudante del Encargado del Archivo de Informática del partido? ¡Claro que el sueldo en ese puesto va a ser muy bajo!. Serían 2800 euros al mes... nada más.
¡Pero, Pepi, ¡por favor!. Consíguele algo más modesto. Es una niña aún. Sólo tiene 20 años. Mira a ver si tienes algo de 900 euros mensuales, por ejemplo.
¡No, Manolo! ¡Ese tipo de empleos sí es difícil de conseguir. Verás... para esos puestos se necesita currículum vitae, título universitario, másters... incluso oposiciones... ¿Me entiendes...?.