Dedica algunos pensamientos a recordar qué es lo más divertido que te ha ocurrido en las últimas horas. Seguro que encontrarás algo que en un principio te pasó desapercibido. Recuerda y representa en voz alta aquellas situaciones en las que si hubieras empleado el buen humor, habrían sido diferentes. En medio de las situaciones más cotidianas, ensaya variantes de tu comportamiento, juega a buscar el chiste y a hacerte bromas a ti mismo cuando estés a solas. Procura mirarte al espejo todos los días, y ríete de ti mismo. Juega con las palabras: descomponlas para variar su significado, mírales “los intestinos” y comprueba que muchas veces son las responsables de la seriedad.
Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo, Joseluís, tienes dos opciones hoy Puedes escoger estar de buen humor o estar de mal humor “Escojo estar de buen humor” Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello “Escojo aprender de ello” Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida “Escojo señalarle el lado positivo de la vida”
Tú eliges como reaccionas ante cada situación, tú eliges como la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o de mal humor. TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA