Maestra: Glennarban Segura Curso: 8vo C Tema del cuento de terror: Círculo de los maleficios 666 Nombre: Nigell Marcel Jama Oyarvide

Circulo de los maleficios 666

Era una mañana de verano del año 2006, mes 06 y día 06. Mi familia y yo decidimos ir de paseo al campo donde la familia de mi padre tenía una pequeña casa. Era un lugar muy solitario y las personas que habitaban allá eran un poco extrañas. Salí a jugar apenas llegamos y me senté debajo de un árbol seco, de repente se desprende una rama y me cae en la pierna. Para mí la suerte se me incrusto en el lado derecho de la pierna y demás de eso la casa estaba lejos.

Cruzando un pajonal caí en un agujero oscuro hasta llegar a una cueva inhóspita. Un tanto desorientado en el suelo observaba algunas visiones que no eran muy amigables. Corrí muy asustado hasta llegar a casa, no hay nadie, estoy completamente solo, me acuesto en mi cama, de repente todo se comienza a mover a mi alrededor. Escuchaba voces, risas sarcásticas y nombres de familiares que ya habían muerto. En circunstancias desconocidas las ventanas se abrían y se cerraban. Eran las 19:00 pm, por un instante se apagó el foco para luego ver mi nombre escrito mi nombre escrito con sangre en las paredes.

Esa misma noche nos fuimos a la casa de un tío que vivía cerca del lugar, pensábamos que todo nos iba a ir de maravilla, pero para nuestro asombro aquellas almas maléficas se introdujeron en una muñeca de mi hermana, aquella muñeca tomó cuerpo de persona con aspecto desagradable queriendo poseer nuestras almas, formándose un círculo malicioso. Ella empezó a cambiar su comportamiento (sonámbula y callada), aparecía con moretones en las piernas. El perro que había amaneció muerto.

El lugar se volvió frío se volvió frío, el miedo era inexplicable, puesto que mi cama también se movía. legaron mis padres y escucharon mis gritos de auxilio. La puerta del cuarto se atrancó, desesperados optaron por derribarla y me encontraron temblando y espumeando en el suelo. Ellos alcanzaron a divisar a una bruja que se reía a carcajadas y decía volveré por todos ustedes, porque me pertenecen.

Mis padres y yo nos percatamos de lo que estaba sucediendo, mi padre fue en busca de ayuda. Bendecimos toda la casa, pero todo fue en vano, ya que esos seres malignos deambulaban todas las noches, que hasta los animales amanecían muertos. Pero la actitud valerosa de mi padre se los impidió arrojándoles agua bendita por todo el lugar y rezando. Fueron en esos momentos que se escuchaban gritos indescriptibles de aquellos seres que no querían irse. Al día siguiente decidimos partir muy temprano con la firme esperanza de que todo lo malo ya había pasado y que con la ayuda de Dios todo quedaría en el pasado.

FIN