E scrito por Isabel Heiden. Castillo García Natalia
El dragón nunca fue malo, jamás quiso lastimar a la princesa... Se había enamorado de ella desde la primera vez que la vio,
la miraba desde lejos, admirando su belleza, pero el dragón no podía hablar.
Secuestro a la princesa deseando que le amara; cuando por fin la princesa comenzó a aceptar su estadía en la torre y perder toda ilusión de escape...
Un hombre envidioso y lleno de codicia, vestido de plateada armadura y montado en un blanco corcel...
Se adentro en el centro del castillo burlando al enamorado dragón, escalo a la torre más alta para despertar a la hermosa princesa.
Al abrir los ojos pudo ver al príncipe con el que siempre soñó vivir, en pocos segundos la convenció de volver al reino de sus padres, que el se encargaría del dragón.
Finalmente la convenció y la saco de la torre pero el dragón se dio cuenta y al tratar de recuperar a su princesa, el hombre egoísta empuño su espada, corto su áspera piel como se lo habían indicado y escapo con la princesa de vuelta el reino de donde provenía.
Pero el dragón no había muerto, mientras su princesa se alejaba de su lado, el seguía allí... sin poder moverse, percibiendo el aroma de su amada, quien desinteresada por su muerte le dejo morir solo
A pesar de a verle brindado su protección para vivir junto a un hombre que ni su nombre conoció.