INTEGRANTES: Carolina Agudelo Alejandra Franco Orozco Verónica Hurtado Gómez Wilfer Andres Morales Cuervo Carolina Ríos Aristizábal

* Tener hijos es asumir una gran responsabilidad para las dos personas de la pareja. Se trata de crear una nueva vida y asumir con responsabilidad su futuro. La procreación y la crianza de los hijos forman parte de la vida en familia. * La aptitud para la paternidad-maternidad varia de una pareja a otra y el la pareja misma; por eso es importante evaluar varios factores: condiciones socioeconómicas, educación que se espera ofrecer a los hijos, la posibilidad de cumplirla en el futuro y, especialmente, el grado de predisposición que cada persona de la pareja tenga hacia la maternidad o paternidad.

* La predisposición hacia la maternidad no es universal; en muchas mujeres, es muy fuerte, lo desean fervientemente, otras tienen una medida predisposición y otras, ninguna. En el hombre, también existe una predisposición variable hacia la paternidad; hay hombres paternales, en cuanto al cuidado y la crianza de los niños, pero no se desean tenerlos. Otros, en cambio, comparten de cerca la experiencia con su compañera, y algunos pueden ser indiferentes en el proceso, pero experimentar una profunda emoción ante el hijo.

* Los hijos necesitan tanto de su mama como de papa para lograr un desarrollo armónico de su personalidad y aun que no es un requisito indispensable, si facilita bastante la crianza. * La pareja debe analizar si se conoce, si puede expresar libremente tanto lo positivo como lo negativo de su personalidad, si ha logrado reconocer los conflictos y si tiene la voluntad para buscarle las soluciones, si a disfrutado un tiempo de ser únicamente pareja y si se ha adquirido un concepto claro de la propia identidad.

* En la adolescencia no se han llenando todavía los requisitos básicos para poder asumir la responsabilidad de ser padre madre, por eso sigue valido el viejo consejo de no tengas hijos hasta que seas mayor, no solo en años, sino cuando hayas adquirido el conocimiento y la aceptación de ti mismo y de la otra persona. * Se necesita mucha voluntad para ser responsable con la vida sexual y reproductiva teniendo en cuenta que el nacimiento de un hijo en un momento no adecuado trae serias consecuencias, tanto para el o ella como para la pareja.

* De las presentes consideraciones se sigue que el primer criterio de paternidad-maternidad responsable es la capacidad de velar por sus hijos; no deberían engendrar mas hijos de los que pueden educar. * La actual generación de la humanidad, en verdad, esta en la obligación de mirar con interés los problemas de las futuras generaciones, el tamaño de la población del siglo XXI, el potencial energético necesario, alimentos y recursos naturales indispensables para su bienestar.

* ¿ CUAL ES LA EDAD IDEAL PARA TENER UN HIJO O UNA HIJA? * Aunque las estadísticas demuestran que los problemas de embarazo se incrementan con la edad, los obstetras sostienen que una cosa es hablar de mil o dos mil personas y otra, de una persona. Si una mujer es normal, saludable y queda embrazada, tiene muy pocas probabilidades de tener riesgos por su edad, dice el doctor Burrow, profesor de la Universidad de Carolina del Sur. * Así tenga 30 o 40 años, una mujer que se preocupa por su salud, haga ejercicio y se alimente bien, va atener mejores resultados que otra menor de edad que no se cuida. La edad adecuada para tener hijos es cuando se siente bien y lo desee, contando, claro está, con su pareja.

* Según la escuela de cuidados físicos para la maternidad, de la Universidad de Columbia, la edad ideal para que una mujer quede embarazada es a los 22 años, o sea, después de que el cuerpo ha madurado por completo y antes de que sea objeto de enfermedades comunes a cada época de la vida. Un factor en contra es que los jóvenes poco se preocupan por ingerir alimentos nutritivos. * Aunque para la mayoría un embarazo después de los 40 puede ser normal y saludable, los riesgos de complicaciones son mayores: los abortos son mas comunes, se pueden presentar niños con el síndrome de Down u otros defectos cromosómicos. Gracias a los exámenes genéticos estas probabilidades se han reducido en un 2%.