Yo, pecador
pues es evidente que lo soy, confieso en orden primero y gracia, Yo, pecador, no me confieso pecador pues es evidente que lo soy, confieso en orden primero y gracia, la misericordia y el perdón del Dios que es ternura y es amor, confieso mi esperanza en su Hijo Cristo, el Redentor, y su universal Salvación.
me confieso hijo en el Hijo Unigénito de Dios, amado y querido me sé Yo, pecador, me confieso hijo en el Hijo Unigénito de Dios, amado y querido me sé como el hijo que se fue dilapidó sus bienes y volvió, y encontró no reproches ni silencios sino besos el corazón enternecido del padre y un banquete espléndido y alegre signo festivo del amor.
me confieso agradecido me ha demostrado su amor. Yo, pecador, me confieso agradecido al Dios que en su Hijo me ha demostrado su amor. Juan Manuel del Río