Con la llegada a fines de los sesenta, de las plantas de ensamblaje, producción de ropa y textiles a la frontera entre México y Estados Unidos quedo inaugurado el ciclo de las maquilas o maquiladoras en América Latina. No se trata de innovación tecnológica, si no que productiva. el objetivo de este modo de producción industrial no es nada mas que el ensamblaje de insumos importados para su reexportación posterior, o sea: no establece vínculos con el resto de la economía del lugar donde se instala, pero si promueve un importante flujo de migraciones. los países que alojan las maquilas deben contar con infraestructura adecuada en servicios (agua y energía eléctrica, puertos, telecomunicaciones, carreteras, etc.) y ofrecer un marco legal laboral flexible. Es por ese motivo que las plantas maquiladoras no se establecen en lugares: - insalubres - remotos - incomunicados o sin la mínima infraestructura se estima que existen mas de 200 maquilas en el mundo, todas en países subdesarrollados de América latina y el Caribe, de África y el sudoeste Asiático. La mayoría de sus empleados son mujeres jóvenes de menos de 25 años.

En su mayoría se trata de empresas de estados unidos que relocalizaron parte de su proceso productivo aprovechando algunas ventajas: la menor distancia con áreas de consumo, mano de obra barata (en especial mujeres jóvenes de menos de 25 años) y beneficios en el pago de impuestos. En el caso de ciudades mexicanas ubicadas en la frontera México-E.E.U.U. (Nogales, Agua Prieta, Ojinaga o Nuevo Laredo) tienen una infraestructura adecuada, la cual esta integrada a las redes de las ciudades gemelas ubicadas al otro lado del limite.) Desde hace 40 años, dicha industria no solo ha permitido a las grandes compañías competir en el mercado internacional, sino que fue fuente de ingresos para campesinos arruinados y la población urbana desempleada. Al entrar en vigencia una cláusula incluida en el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de Norte América) que limita el ensamblaje de piezas provenientes de fuera de E.E.U.U. y Canadá. Dicha cláusula fue la causa de que muchas empresas Coreanas o Japonesas dejaran de invertir en México y se reubicaran en Guatemala, Haití o Rep. Dominicana. La forma de competir que tienen los países subdesarrollados consiste en otorgar facilidades a los inversores extranjeros y de esa forma captar su atención. De esta manera millones de obreros trabajan en microempresas, maquilas o en sus propios domicilios (ej.: Puerto Príncipe Haití o en Guatemala) en condiciones precarias y sin leyes sociales que los amparen. Actualmente el curso migratorio de dichas maquilas se ubica en China, este país ofrece condiciones de producción mucho más flexibles y competitivas que los países de América Latina.