A MI NIETO ADORADO.
Has sido el mejor de los premios. Jamás pensamos que seríamos Abuelos, pero aquí estás tú. Y otra vez nos sentimos tan jóvenes como antes.
Has dejado que llegara el sol ardiente a nuestra existencia sosegada, has traído un grito de alegría a nuestro ordenado silencio, nos has devuelto la vida, la esperanza y la aventura.
Nunca olvides, ni un solo momento, cuanto te queremos.
Gracias a Dios por los nietos, dan a los abuelos un motivo para jugar a las canicas y a las abuelas otro, para hacer pasteles.
Quiero darte las gracias por las cosas que había olvidado Quiero darte las gracias por las cosas que había olvidado. La maravilla de una sola pluma, el brillo de una piedra, el reflejo diamantino de una gota de lluvia, los ojos de ópalo de las ranas y tantas cosas que día a día aprendo de ti.
Lo que deseo para ti. Deseo tu felicidad con todo mi corazón. Alegrías, sonrisas, amor, esperanza, satisfacción. Júbilo en lo ridículo y en lo sublime. En las pequeñas cosas y en las grandes. Pero, sobre todo, la felicidad que precede del dominio de una destreza. Que puede superar incluso al mismo amor.
Gracias Señor, por el ángel que nos mandastes EVA