“Lecciones ratoniles” Miguel-A. Dedicado a los niños pacientes de Ataxia Telangiectasia, y a sus familias. (17/07/2007). 191 seg. (ABBA)

"Cuando los nazis vinieron a por los comunistas, me quedé callado; yo no era comunista. Cuando encerraron a los socialdemócratas, permanecí en silencio; yo no era socialdemócrata. Cuando llegaron a por los sindicalistas, no dije nada; yo no era sindicalista. Cuando vinieron a por los judíos, no pronuncié palabra; yo no era judío. Cuando vinieron a por mí, ya no quedaba nadie para protestar". (autor desconocido).

Un ratón, mirando por un agujero en la pared, ve a un granjero y a su esposa abriendo un paquete. Y sintió emoción pensando en lo que contenía. ¿Qué tipo de comida puede haber ahí? ¡Ya ha llegado el paquete! ¡Abrámoslo!.

El ratón quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera. Y fue corriendo al corral de la granja para avisar a todos los animales.

La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levanto la cabeza al oír al raton la advertencia de existir una ratonera en la granja. Discúlpeme, Sr. Ratón. Yo entiendo que una ratonera es un gran problema para usted, pero a mí no me perjudica en nada. ¡A mí eso no me incomoda!

Luego, el ratón llegó hasta el carnero para avisarle: - ¡¡Hay una ratonera en la granja!!. Discúlpeme, Sr. Ratón, pero no hay nada que yo pueda hacer... solamente rezar por usted. Quédese tranquilo, que será recordado en mis oraciones.

El ratón se dirigió entonces a la vaca para avisarle de la existencia de una ratonera en la granja. Pero, ¿acaso estoy en peligro yo? Pienso que no. Es más, estoy segura de que no. ¿Qué daño puede hacerme a mí una ratonera? Entonces, el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido, para encarar, junto a su familia, los peligros de la ratonera del granjero.

Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando a su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que la ratonera había atrapado. En la oscuridad, no vio que la ratonera había pillado la cola de una serpiente venenosa. La culebra mordió a la mujer.

El granjero llevó a la mujer, inmediatamente, al hospital. Ella volvió a casa con fiebre. Todo el mundo sabe que para alimentar a alguien con fiebre, no hay nada mejor que un buen caldo.

El granjero agarró su hacha, y fue a buscar el ingrediente principal para hacer el cado: la gallina.

Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para poder alimentarlos, el granjero mató el carnero.

Y, finalmente, la mujer falleció. Entonces, el granjero vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.

La próxima vez que oigas que alguien tiene un problema, y sientas que, como no es tuyo, no le debes prestar atención... piénsalo dos veces antes de hablar. "El que no vive para servir, no sirve para vivir“.