La fecha mágica se acercaba y en el colegio ya se comenzaba a hablar del tema. Karla, ya no era tan pequeña, rondaba los años. Un día, llego a su casa y le preguntó a su madre: - Mami, ¿Existen los Reyes Magos? La madre, sin saber que contestar llamó a su marido: - Mira lo que pregunta nuestra hija. - Papi, le preguntaba a Mami que si los reyes magos existen..

El padre con ojos de exclamación y rascándose la cabeza, algo pensativo, acertó a responder con otra pregunta por si metía la pata: - ¿Tú que piensas cariño? La pequeña toda sincera: - Yo creo que sí… ya que nunca me mentiríais, pero hay varios niños del colegio que dicen que no existen, que los Reyes Magos sois vosotros…

El padre, ante la explicación de su hija, decidió contarle la verdadera historia. - Hija, esos niños en cierto modo tienen razón, los Reyes Magos somos nosotros… La niña interrumpió: -Pero entonces me habéis estado mintiendo todo este tiempo!! - No hija, espera que termine de contarte.. …Hace mucho tiempo, los Reyes Magos llevaron unos presentes al niño Jesús como ya sabes. Cuando llegaron y se los mostraron, la cara del niño Jesús se iluminó y alegró enormemente a pesar de aquella noche tan fría…

Los Reyes, al ver la alegría de la cara del niño, se sintieron también muy satisfechos de haber acertado y hecho lo mejor que les ordenó el corazón hacer en aquella noche. Gaspar, al ver toda la alegría contagiosa que se distribuía en el rostro de sus padres, dijo: - Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo para que todos estuvieran alegres y contagiasen también a los de su alrededor. En eso que Melchor, dudoso, preguntó: - ¿Y cómo lo haremos? Nosotros solo somos 3 y hay millones de niños en el mundo, no podemos repartir regalos entre todos los niños!

A eso que Baltasar añadió: - Necesitaremos toda la ayuda del mundo para realizar esta acción tan hermosa. A Melchor, en ese momento se le ocurrió una idea grandiosa!!... A partir de hoy, y con el permiso y el Don concedido por nuestro niño Jesús ordeno a todos los padres y madres del mundo que por estas fechas se conviertan en nuestras manos y den los regalos a sus hijos; y que estos, una vez sean mayores, se conviertan también en nuestras manos y hagan lo mismo…

Y esa orden de los Reyes, se extendió por las regiones más remotas y llegó a oídos de los padres en todos los rincones de todas las casas del mundo entero… La niña quedó por un momento fascinada… El papá siguió….. y por eso hija, no te hemos mentido, los regalos, te los traen los reyes magos, ya que nosotros hacemos de sus manos y son los Reyes quienes los entregan… La hija entonces, se quedó pensativa, se levantó, dio un fuerte beso a su padre y a su madre y salió disparada a su cuarto gritando con alegría que les quería…

Su padre al ver que salía corriendo le preguntó casi perdiéndola por el pasillo: - Pero hija, ¿A dónde vas tan deprisaaa?!!

A mi cuarto, a prepararos unos regalos, ahora Ya soy una Reina, papáaaaa!!