Según San Juan Eudes Una gracias muy señalada que nuestro amado Jesús nos concede es hacernos participe de su Cruz. Todos sabemos que el camino de Dios no es fácil. Siempre se nos presentara aflicciones y atribulaciones. Según las sagradas escrituras (Gá 6-14) La Cruz y los sufrimientos son la Gloria, el tesoro, el paraíso y el bien supremo del cristiano en la tierra llevar todos los momentos difíciles a la alegrías. (Ro 5-3) Quien ha llevado la Cruz en su camino ha encontrado un gran tesoro. A través de los sufrimientos podemos seguir el camino hacia a Dios sanar esas heridas y verlas como experiencia.
Nada purifica tanto el hombre como el sufrimiento; nada lo hace tan agradable a los ojos de la divina majestad porque le dan la verdadera fuerza cristiana. Adherirnos a los sufrimientos en la Cruz, en medio del encontramos el rostro de nuestro señor. Es preciso hacer buen uso de las tribulaciones; porque quien sufre cristianamente tributa a Dios. Hacer de nuestra Cruz algo bonito y agradable, Jesús hizo la voluntad de su padre. Respetemos la voluntad del padre con toda la libertad para amar y servir. El quien sufre como cristiano adquiere tesoros de gracias de la tierra por el contrario el que no sabe sufrir priva a Dios de una gloria incomparable. Cuando se nos venga una aflicción adoremos la voluntad Santísima de Dios. Aceptándola tal y como es. Cada falla es una oportunidad de continuar en la vida.
DESOLACION CONSOLACION AFLICCION BONDAD
ORACION Adoremos a Jesucristo, entreguémonos al amor inmenso, unidos en ese amor, aceptemos de todo corazón nuestras cruces, nuestras vidas. Supliquemos a Jesús que la bendiga y la santifique, pedimos perdón por el mal uso de ellas, para que junto a la cruz de Cristo glorifiquemos al Señor.