Tresem.
los que comprenden que ande con paso vacilante y que a veces tropiece.
los que saben que tengo que esforzarme mucho para entender lo que me dicen.
los que se dan cuenta de que, aunque mis ojos brillen, mi mente es lenta.
los que tienen paciencia cuando me mancho, o derramo alguna cosa. los que tienen paciencia cuando me mancho, o derramo alguna cosa.
los que me sonríen y animan para que me atreva a hablar.
los que no me responden: “déjame ya”, “ayer te lo dije”, “antes lo expliqué”, “luego te atiendo”... Porque ellos sí comprenden mis problemas.
los que no me reprochan que cada día repita las mismas preguntas.
los comprenden que sin cariño, sin paz, o sin comida, es imposible crecer como personas, y luchan por evitarlo...
los que me escuchan, porque saben, que a pesar de que me cuesta mucho expresarme, también yo tengo muchas cosas que decir.
los que adivinan lo que siento, aunque no lo sepa expresar. los que adivinan lo que siento, aunque no lo sepa expresar.
los que me respetan y me aman tal como soy, aunque no sea como a ellos les gustaría que fuese. Y siguen ayudándome, para que aprenda más.
los que me ayudan en el recorrido, que como todos, hago hacia la “Meta”.
los que creen en mí, y me ayudan, pues a Dios le agrada como si se lo hicieran a Él.
Dichosos los que dedican su vida a escuchar, acompañar y educar a los pequeños... pues aunque aquí no sean comprendidos, su Recompensa será grande.
Tresem. 27 noviembre 27 noviembre R R