Para momentos difíciles Verdades Bíblicas Para momentos difíciles
1. Dios es bueno. Dios es bueno. Es bueno para conmigo. Es bueno para conmigo en todo momento. Me mostró su bondad cuando envió a su Hijo a morir en la cruz (Rom. 5:8). Si me dio a su Hijo, seguramente me dará todo lo que es bueno (Rom. 8:32; Salmo 84:11), y todo lo que me da es bueno (Rom. 8:28). Romans 5:8 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romans 8:32 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? Psalm 84:11 11 Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad Romans 8:28 28 ¶ Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
2. Dios cumplirá sus propósitos. Dios cumplirá su propósito en mi persona (Fil. 1:6) y en su obra (Mat. 16:18). Los medios que usa para llevar a cabo sus propósitos son a menudo misteriosos y sobrepasan mi entendimiento (Isa. 55:9). Él usa los fracasos y aún los pecados de otras personas para llevar a cabo sus propósitos (José). Fil. 1:6 6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Mateo 16:18 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Isa. 55:9 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Gén. 50:20 20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.
3. Dios me ha llamado. Eso sugiere que no debo de abandonar el llamado de Dios ante el primer problema o por frustración o por impulso. Si debo de abandonar, deberá ser porque sé que es la voluntad de Dios y no por una situación emocionalmente cargada. El llamado de Dios también indica que he de agradarle a Él sobre todas las cosas (Gal. 1:10). Si seguir su dirección, su Palabra o su llamado es costoso (Luc. 14:25-33), vale la pena. Mil veces vale la pena (Fil. 3:7-19). Gal.1:10 10 ¶ Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Lc. 14:33 33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Fil. 3:7-8 7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.
4. Dios establece las autoridades. Autoridades humanas han sido divinamente establecidas. Resistirlas es resistir a Dios mismo (Rom. 13:2). Aún cuando estoy totalmente en desacuerdo con ellos, debo someterme a ellos y tenerlos en mucha estima (1 Tes. 5:12-13) mientras sean mis autoridades. Rom.13:2 2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. 1 Tes. 5:12-13 12 ¶ Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; 13 y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.
5. No peques con tus palabras. Amargura, enojo, ira, gritería, y maledicencia siguen siendo pecado (Efe. 4:31). Murmuraciones y quejas siguen quedando prohibidos por Dios (Fil. 2:14). Efe. 4:31 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Fil. 2:14 14 ¶ Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
6. Recurre a Dios. El expresar a Dios mi confusión y frustración de manera franca y directa no es un pecado. De hecho, existe mucho apoyo bíblico para esta práctica (Job, Habacuc, los salmistas). La respuesta de Dios hacia aquellos que vienen con fe, aunque confundidos y frustrados, es una de misericordia y revelación adicional.
7. ¡Sorpresa! Sufrimiento y tribulación no deberían sorprendernos (1 Pedro 4:12; Juan 16:33). Son comunes a todos los hombres, especialmente a aquellos que aman a Dios y quieren servirle (2 Tim. 3:12). Dios tiene el propósito de probar y perfeccionarnos a través de las pruebas (1 Pedro 1:7; Santiago 1:2-4). 1 Pedro 4:12 12 ¶ Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese. Juan 16:33 33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. 2 Tim. 3:12 12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución. 1 Pedro 1:7 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. Santiago 1:2-4 2 ¶ Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa algun
8. A fin de conocerle. El propósito final de Dios es que yo le conozca (Fil. 3:10), le ame (Deut. 6:5-6), le refleje (Rom. 8:29; 2 Cor. 3:18) y le glorifique (Isa. 43:7; 1 Cor. 10:31). Estas situaciones deberían incrementar mi conocimiento de y amor a Dios (mi hambre y sed de Dios). Debo asegurarme de que mi comportamiento y mis actitudes reflejen su carácter y glorifiquen su nombre. Fil. 3:10 10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte. Deut. 6:5-6 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Rom. 8:29 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Isa. 43:7 7 todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice. 1 Cor. 10:31 31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
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