Bienvenidos : Padres de familia.

Les presentamos este nuevo espacio, donde compartiremos con ustedes reflexiones familiares, que colaboraran en el crecimiento espiritual de sus familias. En esta primera entrega reflexionaremos sobre el primer mandamiento, que contiene una promesa:

Efesios 6, 2-3 “Honra a tu padre y a tu madre, para que seas feliz y vivas una larga vida en la tierra”.

Antes de comenzar … ¿Quién nos enseña a ser padre o madre? Aprendimos a través de nuestros propios padres la labor de ser papá, de ser mamá.

Podríamos preguntarnos … Si guardo en mi corazón algún sentimiento contra la labor que hizo mi padre o mi madre conmigo… Si aún reprocho su ausencia…

Si no deseo parecerme a ellos. Porque les reprocho las decisiones que tomaron con sus vida y la mía.

En consecuencia, ¿habré tomado el ser padre o madre con gratitud y amor? O en mi afán de no parecerme a ellos, ¿me he sentido superior, juzgándolos?

Si estos pensamientos pasan por sus mentes… Es hora de reconciliar sus corazones

Les invitamos ahora a realizar un ejercicio de reconciliación. Para este vivir este momento en armonía, vamos a disponer nuestros corazones en actitud de reflexión. Piensa en la luz de Jesucristo que ilumina tu corazón.

Y ahora como el niño pequeño … Como la niña pequeña… que un día fuiste. Entrégate en brazos de Jesús, para: Honrar a tu padre y a tu madre.

Cuando juzgamos a nuestros padres , rechazamos esa parte, que hay de ellos en cada uno de nosotros ; y así en esta incapacidad de amarlos y aceptarlos , lo hacemos también hacia nosotros mismos y hacia los demás. Se genera entonces una lucha contra ellos, contra nosotros, contra los demás: estamos en guerra , con nosotros mismos, con los demás.

Si las heridas del pasado son muy dolorosas, no es necesario sentir que los amamos, pero sí podemos respetarlos y darles un lugar en nuestro corazón.

Los invitamos a dar a sus padres un lugar en su corazón. Revisemos, ¿qué es honrar?

Verlos: (Es el primer paso). Honrar es: Verlos: (Es el primer paso). Yo te veo. Yo te identifico como mi padre. Yo te identifico como mí madre. Veo que no vienes sólo, que traes una historia, unos ancestros que también forman parte de mí. Que las creencias, vivencias de esos ancestros me rigen y por eso te respeto.

Reconocer: (Es el segundo paso). Reconozco, papá, mamá, su lugar, y que ustedes son los dadores de mi vida. Reconozco las vivencias tan difíciles que tuvieron que superar. Debido a esas vivencias, ustedes tomaron las decisiones que consideraron oportunas con respecto a mi crianza: ahora comprendo que lo ocurrido no fue contra mí . Esas fueron sus herramientas, las que ustedes tenían en ese momento para actuar.

Agradecer: (Es el tercer paso) Padre, madre: les agradezco la vida. Es lo más sagrado, y es suficiente para mí y mis proyectos. Les agradezco por sus vivencias (lo bueno y lo no tan bueno) ya que todo eso me permite hoy vivir y, al tomarlo conscientemente y con respeto, puedo ahora actuar a mi manera.

Integrar en mi corazón: (El cuarto paso) Padre, madre, lleno mi corazón de ustedes y lo hago sentir pleno y suficiente. Desde ese corazón aporto al mundo el servicio que tengo para dar, y lo hago en su honor.

Gracias , Padre , y gracias ,Madre : Honrando la vida que viene de ustedes, me identifico como hijo de Dios.

ORACIÓN AL AMANECER DE LA VIDA

Querido papá, tomo la vida de ti, la tomo toda entera, con lo bueno y lo malo, y la tomo al precio entero que a ti te costó y que a mí me cuesta. La aprovecharé, para alegría tuya ,y en tu memoria, no habrá sido en vano. La sujeto firmemente y le doy la honra, y si puedo, la pasaré como tú lo hiciste. Te tomó como mi padre y tú puedes tenerme como tu hijo. Tú eres el verdadero y único padre para mí, y yo soy tu verdadero hijo tú eres el grande, yo el pequeño. Tú das, yo tomo. Querido papá, me alegro que hayas elegido a mamá como madre mía. ¡Ustedes dos son los únicos para mí. Solo Ustedes!

Querida mamá, tomo la vida de ti, la tomo toda entera, con lo bueno y lo malo, y la tomo al precio entero que a ti te costó y que a mí me cuesta. La aprovecharé, para alegría tuya ,y en tu memoria, no habrá sido en vano. La sujeto firmemente y le doy la honra, y si puedo, la pasaré como tú lo hiciste. Te tomó como mi madre y tú puedes tenerme como tu hijo. Tú eres la verdadera y única madre para mí, y yo soy tu verdadero hijo tú eres la grande, yo el pequeño. Tú das, yo tomo. Querido mamá, me alegro que hayas elegido a papá como padre mío. ¡Ustedes dos son los únicos para mí. Solo Ustedes!

¿Les gustaría enseñar a sus hijos a honrar a los padres?

Practiquen las siguientes recomendaciones: Los hijos no deben oír, que sus padres hablan mal el uno del otro, así como de sus abuelos. Si son hijos de padres separados, no debe incluírseles en el conflicto, ya que para ellos, tanto su padre como su madre son importantes, y a ambos los aman. Cuando el niño o la niña salga con el otro progenitor, debe escuchar: “Veo bien que compartas tiempo con tu padre / madre”. “Nuestras dificultades de relación no te pertenecen”. “De eso nos encargamos nosotros, los adultos”. “El / ella siempre será tu padre / madre”.

Gracias. TALLER A PADRES Las siguientes reflexiones deben ser enviadas en el cuaderno de religión el día ______ Agradecemos su atención y disposición en el tema desarrollado. Basados en la lectura , describir qué se debe tener en cuenta para honrar a los padres. ¿Cuál es el regalo más grande que dan los padres? ¿Qué podemos hacer en el día a día , para que nuestros hijos aprendan a honrar a los padres? En un momento de compartir con tus hijos, háblales de sus abuelos, sobre los aspectos positivos de ellos, lo que les agradeces. Si ellos no estuvieron presentes en tu vida, cuéntales a tus hijos cómo Dios permitió a través de otras personas que tú continuaras tu vida. Gracias.