El hogar como primera propiedad Técnica y mundo humano El hogar como primera propiedad

El hogar La propia casa es ese rincón de la tierra donde cada uno tiene la conciencia clara de ser él mismo, sin necesidad de actuar, de disimular. El carácter personal del hombre da origen a un lugar absolutamente peculiar: su hogar El arraigo en el lugar donde se habita es una inclinación natural. Arraigo significa echar raíces

El arraigo El hombre tiende a identificarse con el paraje donde habita, donde nace, donde crea su biografía. La inclinación a estar en casa se amplía al lugar de origen, al pueblo, la propia tierra, el origen de mi estirpe. El hombre tiende a arraigar en el lugar donde ha nacido o donde vive habitándolo por la obra de su trabajo y por la posesión de su casa.

La función de la casa La función de la casa en la vida humana tiene que ver con los períodos cíclicos de esta vida: «quedarse en casa» es lo que uno debe hacer, para reponerse, coger fuerzas y poder después volver a trabajar, a la lucha en el mundo de extraños

La función de la casa Asimismo, volver a casa es una de las grandes necesidades del hombre: tornar al lugar del reconocimiento, donde se sabe quién eres por lo que eres y no, como en el trabajo, por lo que haces, lo que produces o lo que vendes. El hombre necesita volver a «su» casa. La vida humana tiene un ritmo alternativo: primero, hacer, producir, trabajar; luego, volver al hogar, descansar.

La función de la casa Este arraigo, y el deseo de volver, acontecen porque la casa es el hogar, el lugar donde habita la persona. Hogar es la casa propia, poseída. No hay hogar sin un techo. No hay hogar sin ser dueño. No se puede hablar de él si no existe la materialidad de una casa de la que uno es dueño. De hecho, estas dos palabras se emplean como sinónimas. Pero el hogar es algo más: forma parte de la intimidad.

El hogar y la intimidad En casa abrimos la intimidad a un entorno que es también íntimo, que se vive como ampliación de uno mismo y de su alma. El hogar es ese lugar donde nos encontramos con nosotros mismos. En él guardamos parte de nuestro yo.

El hogar y la intimidad Cuando por la noche cerramos la puerta de nuestra habitación y nos quedamos a solas, aparece lo que realmente somos y nos enfrentamos sin máscaras a la alegría, el sentimiento de soledad o la tristeza, cansancio, etc. En casa, al fin, no hay miradas extrañas, todo nos es familiar, no hay que disimular.

El hogar y la intimidad El hogar es también el lugar donde se comparte la intimidad. Así, el diálogo acontece sobre todo en el hogar: allí es donde realmente nos conocen. Donde hay que hablar desinteresadamente es, sobre todo, en la propia casa: en ella lo ideal es el reino de la amistad pues, justamente, es allí donde a cada cual se le quiere por lo que es.

El hogar y la intimidad Cuando en un hogar hay incomunicación, divisiones, afecta mucho a la persona. A veces se dice: «tiene problemas en casa» para incitar a la comprensión. los problemas que más duelen son los que uno tiene allí: la división de los hermanos, padres peleados, los hijos ante el divorcio La felicidad humana depende en buena medida de que en el hogar se comparta de veras la intimidad.

El hogar y la personalidad El hogar, es el ámbito de la intimidad familiar. Es el lugar donde el hombre toma por primera vez conciencia de su condición de hijo, de que su existencia tiene raíces, de la afirmación de lo positivo de la existencia. En el hogar se realiza el proceso de formación de la personalidad humana.

La falta de hogar Ningún ser humano puede carecer de uno sin grave perjuicio. Los niños de la calle, son personas a las que les ha faltado lo más importante la injusticia que se hace con ellos tiene dimensiones ontológicas se les ha negado el donde poder humanizarse, se les ha negado la madre, la seguridad, las referencias

El hogar y el trabajo Construir un hogar, mantenerlo y cuidar a las personas que hay en él, es más rico y más profundamente humano que trabajar y transformar el medio. La felicidad de una persona se mide por el hogar que tiene.

Consecuencias jurídicas Todo ello presenta una gran cantidad de consecuencias jurídicas y organizativas: si el hogar es tan importante, habrá que preparar las cosas para protegerlo, para que todo el mundo tenga uno, para hacer que el trabajo no lo anule y la gente pueda dedicar tiempo a estar con los suyos en su casa.

Actitudes extremas «Feminismo» y «machismo» son dos actitudes extremas, que coinciden en que proclaman la independencia de la mujer o del varón respecto de las tareas que les impone la construcción del hoga, «emancipados», se dedican afanosamente a su autorrealización individual, como si no tuviera nada que ver con una relación dialógica, amorosa, con otros