Soy Creyente
El pasado domingo, me dirigía a la iglesia con mi esposa y mientras caminábamos por una concurrida calle, mis ojos se posaron sobre una de aquellas desafortunadas personas, harapientas y vagabundas que encontramos a diario en nuestro camino…..
Algunas personas volteaban la cabeza. Otras rápidamente miraban hacia otra parte, como si solo verla los fuese a contaminar..
Recordando a mi viejo párroco, José Miguel, quien siempre me aconsejaba “Cuidar de los enfermos, alimentar los hambrientos y vestir a los desnudos", fui movido por alguna fuerza interna para acercarme a esta pobre y desafortunada persona.
Mi corazón se conmovió por la condición de esta persona, que vistiendo lo que solo podía ser descrito como simples harapos, cargaba sus atesoradas posesiones mundanas en dos bolsas de plástico.
Pero donde algunas gentes sólo veían harapos, yo veía una verdadera belleza escondida.
Una pequeña voz empezó a sonar dentro de mi cabeza y mientras aumentaba me decía: "!!ALCANZA Y TOCA A ESA PERSONA!!" "!!ALCANZA Y TOCA A ESA PERSONA!!"
Y así lo hice, Pero mi esposa me alcanzó y me tocó a mí.
Ahora creo que durante algún tiempo no podré asistir a la iglesia. Modificat: Agustí