JORGE LUIS BORGES LO FANTÁSTICO http://www.youtube.com/watch?v=7ER919AtOgA
SU ORIGEN Tal como su personaje Juan Dahlman, Borges nació en la Argentina, de estirpe inglesa y criolla. En “El sur”, él declaró esta mezcla como “la discordia”. Vivió desde el 1899 hasta el 1986. Cuando era niño, se la pasaba leyendo los libros de la biblioteca de su padre. Murió ciego.
La complejidad de sus cuentos Borges tomó el primer paso en la transformación del cuento. Aunque no escribió novelas, sus cuentos podrían ser tan complejos como libros completos. Sus mejores cuentos aparecen en dos colecciones: Ficciones (1944) y El Aleph (1949)
Un tipo nuevo de narrativa En sus tres docenas de miniaturas en prosa, no ilustra la realidad sino la NO realidad. Para pintar la NO realidad, utiliza experiencias insólitas, fuera de lo normal, tales como los sueños (elementos oníricos), el viaje a través del tiempo, mundos imaginados, libros adentro de libros, y la división de la identidad propia. En sus cuentos hay coincidencias (recuerda el gato y lo ve en el acto), simetrías, paralelismos y leves anacronismos. Además contienen un tipo de humor sofisticado, algo así como la parodia; esto no existía casi antes en la literatura latinoamericana. También eleva el género de ficción detectivesca al nivel de arte.
Género de lo Fantástico Su literatura fantástica se caracteriza por ocurrencias anormales y sorprendentes o entidades irreales, que irrumpen en la vida diaria, lo cual logra un efecto desconcertante en el lector. El lector nunca está seguro de cómo interpretar las acciones. Un ejemplo de esto es cuando Dahlmann, de “El sur” supuestamente se va del hospital: podría ser que de verdad ocurrió o que fue una mera alucinación del protagonista en su cama de muerte.
La ambigüedad y el lector crédulo Borges se sentía como un maestro que le enseña al lector a desconfiar, a ser incrédulo. Él sentía que el mejor don que recibió fue el de aprender a leer escépticamente, desconfiando. Se decía que Borges era una persona que cuestionaba todo. “El Sur” y Borges son implacables en su ambigüedad. La ambigüedad es el único absoluto que brinda Borges en “El Sur”.