Las excusas de Moisés ¿Las nuestras? Éxodo 3-4.1-17 “Yo estaré contigo cuando hables y te enseñaré lo que debes decir”

La misión de Moisés: Luego el Señor le dijo: —Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. He oído sus gritos de angustia a causa de la crueldad de sus capataces. Estoy al tanto de sus sufrimientos. Por eso he descendido para rescatarlos del poder de los egipcios, sacarlos de Egipto y llevarlos a una tierra fértil y espaciosa… Ahora ve, porque te envío al faraón. Tú vas a sacar de Egipto a mi pueblo Israel. (3.7-10)

Nuestras Excusas ¿Cuáles son las excusas más comunes que presentamos a Dios para evitar obedecer su misión? Es un trabajo especializado ¿No soy yo la persona? ¿No creo poder hacerlo? La gente ¿No me escucharan? Es muy complicada, no me gusta trabajar con ellos. Tengo muchas limitaciones ¿No estoy preparado? ¿No tengo las fuerzas para hacerlo? No quiero/no asumo el compromiso.

¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?

La palabra del Señor Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo ¿Tú preguntas quién eres tú? Pues te diré que tú eres y serás tú, porque Yo Soy Yo. Moisés llega con su «yo» y sale con el «YO» divino, siendo capaz de ver con los ojos de Dios, de actuar en el poder de Dios y de hacer el trabajo de Dios. Termina la vida del pastor y empieza la vida del libertador.

He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.

La palabra del Señor Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Comienza. Con lo que tienes ahora puesto a mi servicio yo lo usaré para mostrar ¿Quién Soy? Da tu primer paso ahora. No es necesario que veas el camino completo. El resto irá apareciendo a medida que camines. Martin Luther King. Lo humano que empieza siendo sólo humano se reviste de lo divino. Dios hará las señales.

¿Qué es eso que tienes en tu mano? 

!Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.

La Palabra del Señor Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. Nuestra meta es permitir que la fuerza del Señor se exprese sobre nuestra debilidad y el Señor se haga fuerte en ella. El Señor conoce nuestras limitaciones, el se mostrará por encima de ellas. La vida cristiana consiste en entender que Dios usa a humanos comunes y corrientes como nosotros, él sólo pide obediencia.

La misión para la iglesia La misión se fundamenta en el llamado de Cristo a seguirle, hasta identificarnos con Él. “Contemplando a Cristo en la cruz caemos en la cuenta de que le debemos nuestra vida… A la generosidad de Cristo no cabe responderle con un “muchas gracias” convencional y educado: Hay que dar la vida. Hay que responder con un agradecimiento de todo el ser” Nuestra misión es seguir la obra de Cristo: “Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes”. Juan 20.21

Nuestra respuesta Entonces el pueblo de Israel quedó convencido de que el Señor había enviado a Moisés y a Aarón. Cuando supieron que el Señor se preocupaba por ellos y que había visto su sufrimiento, se inclinaron y adoraron. (4.31) Ser los Moisés de este tiempo: Liberar a la gente de todo tipo de esclavitud/ Decirles que el Señor se preocupa por ellos y ve sus sufrimientos