INVITACIÓN A LA MIRADA

La mirada mágica Cuando era niño Duane Michals iba de compras con su madre. Imaginaba todos los ríos de color amarillo y las noches de color naranja. Tal vez soñaba con gentes llenas de luz... Y desde la oscuridad de su cama le atemorizaba la forma de un perchero disfrazado de persona. Cuando fue mayor contó historias fotografiadas con todo aquello que había vivido y soñado en su infancia. Fotografió incluso lo que no se podía ver en las imágenes que fotografiaba.

De la vigilia Richard Misrach viaja al desierto y allí mira la luz como mira la quietud de las cosas. En su vigilia anota el silencio, la sorpresa o el misterio del agua, el hielo y el fuego, las huellas de animales y humanos, la destrucción y el secreto. Viaja hasta el desierto y espera, mientras mira la luz que lo inunda. Observa y espera.

La mirada mística En la sala retratos en plasma de Robert Wilson. Sobre una gran pantalla Brad Pitt, en calzoncillos y calcetines blancos. Inmóvil, bajo el chaparrón de lluvia y luz que moldea su cuerpo. A sus pies, entre los visitantes, dos monjas contemplan absortas su poderosa imagen.

Constatación de la mirada Ahora la sala del museo es cuadrada y pequeña. Toda blanca y vacía. Sólo una hendidura en la pared del fondo. Una hendidura de color rojo sangre. Una herida inclinada, del tamaño adecuado para meter los dedos de la mano. Una llaga en la pared del fondo. ANISH KAPOOR - La curación de Santo Tomás.

La mirada técnica Un robot en el Reina Sofía analiza el Guernica durante las noches del museo. No queda nadie. En la oscuridad de la sala frente al cuadro sólo un robot que, milímetro a milímetro, registra las texturas de la guerra, graba los gritos de la guerra. Busca la furia del pintor entre los trazos de la impotencia.

La mirada interior Desde los bosques y los caminos de St. Helens se ve, arriba en la cima, la figura estilizada y blanca de una niña con los ojos cerrados. Para esculpirla en polvo de mármol Jaume Plensa recogió los deseos y las pérdidas del pueblo minero. El sueño de la niña es hoy el orgullo de Sutton Manor. La oscuridad convertida en sueño.

El tiempo detenido Gente dormida. Un hombre dormido frente a un televisor que sigue informando. El vagabundo dormido al aire libre. Los soldados que hacen una pausa en la guerra. Gente dormida en su cama, las sombras entre los pliegues de las sábanas. La quietud de los cuerpos en el tiempo. La obsesión de Scianna por registrar el secreto del sueño sin desvelarlo.

INVITACIÓN A LA MIRADA Textos montados sobre una imagen de Duane Michals © Pilar Rubio Montaner Valladolid