Factoría Barni se complace en presentarles la producción titulada HRAUNFOSSAR, elaborada en esta factoría y cuya calificación moral es PARA TODOS LOS PUBLICOS. La presentación es TOTALMENTE AUTOMATICA, así que no precisarán usar el ratón, a no ser que lo deseen o se les indique expresamente. Para amenizar la misma hemos incluido el tema: FLOWERS OF THE FOREST, instrumentado en esta ocasión por MIKE OLDFIELD. Las fotografías que se visualizan han sido obtenidas a través DE LA RED. Les recomendamos conecten los altavoces, se acomoden y se relajen para disfrutar plenamente de esta presentación. © Factoría Barni

A ANGEL

Hraunfossar (Borgarfjörður, al oeste de Islandia) es una serie de cascadas formadas por arroyos de transmisión a una distancia de unos 900 metros de la Hallmundarhraun, un campo de lava que fluyó de una erupción de uno de los volcanes que se encuentran debajo del glaciar Langjökull. Las caídas de agua se vierten en el río Hvítá. El nombre Hraun significa lava en lengua islandesa. El Hraunfossar está situado cerca de Húsafell y Reykholt y la cueva de lava del tubo Víðgelmir está cerca. Literalmente a tiro de piedra aguas arriba de Hraunfossar, hay otra cascada llamada Barnafoss. Su nombre, la cascada de los niños, proviene de un accidente que se dice que han tenido lugar aquí en otros tiempos. Había un puente natural sobre la cascada y dos niños de una granja cercana perdieron sus vidas cruzando el río sobre el puente. Después, la madre desconsolada golpeó el puente que había hasta destruirlo.

Esta vez ha tocado una excursión bastante sencilla pero muy hermosa. Un paseo por juegos naturales de cascadas saliendo del campo de lava. Partiendo de Húsafell. Muy carca de los glaciares centrales. Llegamos a Barnafoss, una hermoso río con esplendidas cascadas. Cuentan que dos niños de la zona se cayeron por el puente de piedra natural. Esta desgracia dio nombre a la cascada (cascada de los niños), Pero la verdadera atracción y peculiaridad son las Hraunfossar, las cascadas de lava: en la orilla situada en frente de la carretera se extiende un campo de lava permeable al agua. No se debe contemplar este espectáculo desde el aparcamiento-mirador, sino desde un sendero que va por la orilla. Las cada vez mas bonitas vistas que vamos encontrando por el camino hace que este paseo valga la pena. Tanto el lugar de las cascadas como todo el camino para llegar a ellas desde Reyjavík, pasando por Þingvellir es muy aconsejable e impresionante.