“¡Ya llega el Esposo, salid a su encuentro!” También a nosotros, como a los pastores de Belén, nos ha sido dado el más grande Anuncio, suspirado por la Iglesia y mucho más por Dios: que esa Voluntad que reina en el Cielo ya viene a la tierra, “para restaurar todas las cosas” y traer “el tiempo de la consolación” (Hechos, 3,20-21) .. f ia t ¡Os anuncio una gran ALEGRIA ! Fonts: ProseAntique, Calligraph421 BT, Formal 436 BT “¡Ya llega el Esposo, salid a su encuentro!” (Mt. 25,6) . 2072 kb

Llamamiento del Rey Divino Viene en las nubes del cielo y todos lo verán que viene a reinar

Vengo como Padre en medio de mis hijos, que tanto amo, “Queridos, amados hijos míos, vengo a vosotros con el Corazón ahogado en las llamas de mi Amor. Vengo como Padre en medio de mis hijos, que tanto amo, y es tan grande mi Amor, que vengo para quedarme con vosotros y que vivamos con una sola Voluntad, con un solo Amor Vengo con el cortejo de mis penas, de mi sangre, de mis obras y de mi misma muerte.

tan ingrato que no quiera Miradme: cada gota de mi sangre, cada pena, todas mis obras, mis pasos, quieren daros a porfía mi Divina Voluntad. Incluso mi muerte quiere daros la resurrección de mi Vida en mi Voluntad. En mi Humanidad os he preparado todo y para vosotros he pedido gracias, ayudas, luz y fuerza, para recibir un Don tan grande. Por parte mía he hecho todo; ahora espero la vuestra. ¿Quién será tan ingrato que no quiera recibirme a Mí y el Don que le ofrezco?

y vivir con una sola Voluntad Debeis saber que es tan grande mi Amor que dejaré a un lado vuestra vida pasada, vuestras mismas culpas, todos vuestros males, y los sepultaré en el mar de mi Amor para que todo sea quemado, y empezaremos juntos una nueva vida, toda de Voluntad mía. ¿Quién tendrá el valor de rechazarme o de echarme afuera, sin aceptar mi visita, llena de Amor Paterno? Pero si Me aceptais, Yo me quedaré con vosotros, como Padre en medio de mis hijos; sin embargo hemos de estar con sumo acuerdo y vivir con una sola Voluntad

porque reclamo y quiero Oh, cómo suspiro, cuánto gimo y deliro y hasta lloro, porque quiero que mis hijos queridos esten conmigo y vivan de mi misma Voluntad Ya llevo casi seis mil años suspirando y con lágrimas amargas de mi Santa Humanidad, porque reclamo y quiero a mis hijos en torno a Mí, para hacerlos santos y felices... Llego a llamarlos llorando; tal vez sientan compasión de mis lágrimas y de mi Amor, que hasta me ahoga y me hace agonizar, y entre sollozos y espasmos voy repitiendo: Hijos míos, hijos míos, ¿dónde estais? ¿Por qué no venís a vuestro Padre? ¿Por qué vais lejos de Mí, errantes, pobres, llenos de todas las miserias? Vuestros males son heridas para mi Corazón …

¡Ya estoy cansado de esperaros y, ya que no venís, no pudiendo contener el Amor que Me consuma, vengo Yo a buscaros y a traeros el gran Don de mi Voluntad...! Y no sólo vengo como PADRE, vengo como MAESTRO en medio de sus discípulos. Pero quiero que Me escucheis: os enseñaré cosas sorprendentes, lecciones de Cielo que os darán una luz que nunca se apaga, un amor que siempre arde. Mis lecciones os darán fuerza divina, valor intrépido, santidad que siempre crece; os indicarán a cada paso el camino y os conducirán a la Patria Celestial

Vengo como REY en medio de los pueblos, pero no per exigir impuestos y tributos, no, no. Vengo porque quiero vuestra voluntad, vuestras miserias, vuestras debilidades, todos vuestros males. Mi soberanía es precisamente ésta: quiero todo lo que os hace ser infelices, inquietos, torturados, para esconderlo y quemarlo todo con mi Amor Y como Rey benéfico, pacífico, magnánimo, che soy, quiero corresponderos con mi Voluntad, con mi más tierno Amor, con mis riquezas y felicidad, con la paz y la alegría más pura. Si me dais vuestra voluntad todo está hecho; Me hareis felíz y sereis felices. No suspiro si no que mi Voluntad reine entre vosotros.

El Cielo y la tierra os sonreirán. Mi Madre Celestial os hará de Madre. Ya Ella, conociendo el bien tan grande que de nuevo os dará el Reino de mi Querer para apagar mis deseos ardientes y hacer que deje de llorar, y amandoos como verdaderos hijos suyos, va recorriendo las gentes en las naciones, para prepararlas a recibir el dominio del Reino de mi Voluntad

Ella fue la que Me preparó las gentes para hacerme bajar del Cielo a la tierra; y a Ella le encomiendo, a su Amor Maternal, que Me prepare las almas y los pueblos, a que reciban un Don tan grande. Por lo tanto, escuchadme; y os ruego, hijos míos, que leais con atención estas palabras que os pongo delante, y sentireis la necesidad de vivir de mi Voluntad

Divino Yo Me pondré a vuestro lado cuando leais y os tocaré la mente, el corazón, para que comprendais y os decidais a querer el Don de mi Divino