CONSOLIDACIÓN DE LA INTEGRACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL DE AMÉRICA DEL SUR A TRAVÉS DE LA INFRAESTRUCTURA FÍSICA ALADI
Las perspectivas económicas internacionales así como la coyuntura recesiva que en mayor o menor grado están afectando a la región, han obligado a los países miembros a realizar grandes esfuerzos para mantener y consolidar su estabilidad macroeconómica y recuperar el crecimiento. Esta cruzada se enfrenta a dos importantes desafíos: la vulnerabilidad externa y los déficit sociales resultantes de la recesión. Estos retos sólo pueden ser superados a partir de un aumento significativo en la competitividad de los sectores productivos y de la profundización de la integración regional en todas sus dimensiones, como herramienta fundamental para alcanzar el crecimiento económico.
Partiendo de la clásica afirmación de que el transporte, las telecomunicaciones y la energía, así como sus respectivas infraestructuras físicas, son la otra cara de la moneda del comercio, estos tres sectores pasan a ser claves en la planificación de políticas de desarrollo y, consecuentemente, dimensiones prioritarias de la integración regional. Esto nos lleva a tener presente que el concepto de integración física regional no se limita a la simple interconexión de la infraestructura de transporte, telecomunicaciones y energía, sino que además implica la elaboración de estrategias que permitan, bajo un marco normativo común y servicios adecuados, la circulación ágil y eficiente de bienes, personas, información y energía dentro de un determinado espacio económico ampliado.
Asimismo, la integración física comprende un mejor aprovechamiento de los recursos disponibles en la región, teniendo en cuenta las exigencias de desarrollo económico y social de los países involucrados y atendiendo a la preservación del medio ambiente y la conservación de los recursos naturales. En el marco del TM80 que instituye la ALADI, existen varios acuerdos que tratan el tema de la integración física. Muchos de ellos hacen una referencia de carácter enunciativo en su articulado, y en algunos de los Acuerdos de Complementación Económica llamados de Tercera Generación, se incluyen Protocolos Adicionales específicos sobre la materia. Al respecto podemos señalar los siguientes instrumentos jurídicos:
INFRAESTRUCTURA FÍSICA: 1. ACE Nº 27 (BRASIL – VENEZUELA)-Cuarto Protocolo Adicional sobre Cooperación Fronteriza en materia de comercio. En el marco de este Protocolo se construyó la Carretera BR 174, Manaos-Santa Elena de Uairén. Esta obra de infraestructura es parte de un complejo sistema transfronterizo de cooperación e integración intersubregional, MERCOSUR- CAN y constituye un expeditivo corredor de salida de los territorios amazónicos brasileños hacia los mercados del Caribe a través de carreteras venezolanas.
2. ACE Nº35 (MERCOSUR–CHILE) y Protocolo sobre Integración Física. En este Acuerdo las Partes disponen que uno de los objetivos es promover el desarrollo y la utilización de la infraestructura física con especial énfasis en el establecimiento de interconexiones bioceánicas y en el Título XII, se comprometen a perfeccionar la infraestructura nacional a fin de integrar físicamente sus territorios para facilitar el tránsito y el intercambio comercial recíproco y hacia terceros países. En el Protocolo del Acuerdo se establece un Programa Coordinado de inversiones para obras viales, en esta etapa entre la Argentina y Chile, las cuales se relacionan con interconexiones bioceánicas. En una segunda etapa, el Protocolo del Acuerdo ACE 35 dispone la identificación de los proyectos de obras programadas o en ejecución, así como la propuesta de nuevas obras de infraestructura, preferentemente en terminales portuarias y aeroportuarias.
3. ACE Nº36 (MERCOSUR–BOLIVIA) y Protocolo sobre integración física El Acuerdo dispone entre sus objetivos, el desarrollo y la utilización de la infraestructura física y en su Título XIV, ratifica la importancia del proceso de integración física y dispone la inclusión de un Protocolo que contemple el tema de interconexiones viales, en el contexto más amplio del establecimiento, con terceras partes, de corredores bioceánicos. En el Acuerdo y su Protocolo se hace referencia a la libre utilización de carreteras, ya consagrados en el artículo 51 del TM80, pasos fronterizos habilitados y sus instalaciones, puertos, terminales de carga, vías férreas y canales y en particular la Hidrovía Paraguay- Paraná. Asimismo el MERCOSUR se compromete a facilitar el tránsito de mercancías bolivianas de importación y exportación en su comercio de ultramar, a través de zonas francas y otras facilidades portuarias previamente otorgadas por cada uno de los países del MERCOSUR a Bolivia.
ACUERDOS OPERATIVOS SOBRE TRANSPORTE: 4. El “ACUERDO SOBRE TRANSPORTE INTERNACIONAL TERRESTRE” (ATIT). De gran importancia para los países del Cono Sur, ya que constituye el núcleo de la normativa para el Transporte por tierra, en el modo vial y ferroviario. En un protocolo adicional, también vigente, se regulan las Infracciones y Sanciones del transporte por estos modos.
5. El “ACUERDO SOBRE REGLAMENTACIÓN BÁSICA UNIFICADA DE TRÁNSITO”. 6. El “ACUERDO SOBRE EL CONTRATO DE TRANSPORTE Y LA RESPONSABILIDAD CIVIL DEL PORTEADOR EN EL TRANSPORTE INTERNACIONAL DE MERCANCIAS POR CARRETERA” (CRT.C). 7. El “ACUERDO SOBRE TRANSPORTE INTERNACIONAL TERRESTRE ENTRE BRASIL Y VENEZUELA. 8. El ”ACUERDO PARA LA FACILITACIÓN DEL TRANSPORTE DE MERCANCÍAS PELIGROSAS”. AR/BR/PA/UR y su PROTOCOLO ADICIONAL sobre Infracciones y Sanciones.
En el modo fluvial se suscribió: 9. El ”ACUERDO DE TRANSPORTE FLUVIAL POR LA HIDROVIA PARAGUAY ‑ PARANA (Puerto de Cáceres ‑ Puerto de Nueva Palmira)” y sus PROTOCOLOS ADICIONALES sobre: Asuntos Aduaneros, Navegación y Seguridad, Seguros, Condiciones de Igualdad de Oportunidades para una Mayor Competitividad, Solución de Controversias y Cese Provisorio de Bandera y sus once Reglamentos. Y con relación al transporte multimodal: 10.El “ACUERDO PARA LA FACILITACIÓN DEL TRANSPORTE MULTIMODAL DE MERCANCÍAS”, suscrito por los cuatro países miembros del MERCOSUR.
COOPERACIÓN ENERGÉTICA: 11. Acuerdo de Cooperación Energética entre Paraguay y Uruguay.(AAP.PC N° 9). 12. Acuerdo Cooperación Energética entre Argentina y Perú. (AAP.PC N° 12). 13. Acuerdo de Integración Energética entre Argentina y Bolivia (AAP.PC N° 10), donde se fijan principios para la facilitación del comercio. En el Art. 3, las Partes se comprometen a respetar el principio de “acceso abierto” a la capacidad remanente de sus respectivas instalaciones de transporte, con tarifas que respondan a costos económicos, Este principio es básico para la integración energética.
SUMINISTRO DE GAS: 14. Un Protocolo específico en el ACE Nº 16, por el que la Argentina y Chile convinieron las “Normas que regulan la Interconexión Gasífera y Suministro de Gas natural entre ambos países. 15. El ACUERDO de Suministro de Gas, (AAP.PC N°1) entre la Argentina y Uruguay. 16. El ACUERDO de Suministro De Gas (AAP.PC N°2) entre Bolivia y Brasil.
INTEGRACIÓN ELÉCTRICA: 17. Un Protocolo específico, en el ACE Nº 16 entre Argentina y Chile, por el que se establecen las “Normas que regulan la Interconexión Eléctrica y el Suministro de Energía Eléctrica entre ambos países, y posteriormente un Protocolo sobre intercambio de información en materia eléctrica. TRANSPORTE DE COMBUSTIBLES LÍQUIDOS 18. En esta materia la Argentina y Chile firmaron, en el marco del ACE 16, un Protocolo específico.
El acervo jurídico que tiene la ALADI, sobre los aspectos de infraestructura física y los operativos de la integración física, se completa con la legislación existente a nivel subregional en el marco del Acuerdo de Cartagena y del MERCOSUR y a nivel bilateral. Uno de los principales retos que hoy se nos plantea, consiste en avanzar de manera sustantiva en la armonización de este entramado normativo referido a la integración física en sus 3 pilares: transporte, telecomunicaciones y energía y sus respectivas infraestructuras física. La armonización normativa tiene como objetivo facilitar la circulación de bienes, servicios, personas e información así como dar seguridad a los operadores económicos, en un espacio económico ampliado regional.
Desde fines de los años 80, los países de la ALADI, a través de foros subregionales y regionales, procuran la armonización de políticas y la coordinación de acciones nacionales sobre transportes, telecomunicaciones, energía, y su respectiva infraestructura física, propiciando su adecuación a las exigencias del desarrollo y a la participación de los Países Miembros en el dinámico y competitivo mercado mundial. Sin embargo, varias décadas de iniciativas a nivel nacional e internacional no han sido suficientes para solucionar muchas de las carencias existentes en la infraestructura física de la región.
Un análisis de esta situación evidencia que han existido numerosos intentos de armonización de políticas y acciones, muchos de los cuales han pasado por un ciclo inicial de entusiasmo y de iniciativas válidas y un posterior enlentecimiento frente a las exigencias de concretar acciones. La pérdida de vigor de las iniciativas, posiblemente se generó en la falta de recursos financieros y en la burocratización de las acciones llevadas a cabo por los órganos responsables, las cuales muchas veces han quedado rezagadas con relación a los dinámicos requerimientos del comercio y a las estrategias empresariales.
En otros casos esta posición cautelosa de los países respondió a problemas planteados por sectores nacionales, sociales y económicos, que de alguna manera podían sentirse afectados frente a los cambios que supone una integración más plena. Para hacer realidad una infraestructura física que cubra eficientemente las necesidades de los actores económicos y a su vez facilite la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible, es esencial la coordinación de las distintas acciones y trabajos existentes en la región en una sola instancia de alta ejecutividad, en la cual estén presentes los países, los organismos subregionales y regionales especializados y el sector privado, de forma que se evite la dispersión de los esfuerzos y se logre atender equilibradamente todos los intereses en juego.
Del texto de los objetivos y estrategias planteados por las dos grandes iniciativas latinoamericanas más recientes sobre integración física, la Integración de la Infraestructura Regional de Sudamérica (IIRSA) y el Plan Puebla-Panamá (PPP), se desprende que las mismas han tomado en consideración parámetros tales como sustentabilidad social y eficiencia económica. Por un lado, los Jefes de Estado de América del Sur consideran que la IIRSA debe construir, de manera coordinada, un espacio integrado mediante el fortalecimiento de las conexiones físicas y la armonización de los marcos institucionales, normativos y regulatorios, con el principal objetivo de alcanzar el desarrollo, mitigar la pobreza e incorporar a los individuos a los beneficios de la sociedad moderna. (Guayaquil 2002)
Asimismo, los Jefes de Estado Sudamericanos concordaron en que la interrelación entre infraestructura y desarrollo debe ser explorada según una visión estratégica sudamericana, bajo el principio de regionalismo abierto, condicionada al análisis de cinco principios básicos: perspectiva geoeconómica, sostenibilidad social, eficiencia económica, sustentabilidad ambiental y desarrollo institucional. (Guayaquil 2002)- De esa forma, la integración física del espacio sudamericano optimizará la movilización del inmenso potencial económico de la región de forma competitiva, agregando valor a los recursos naturales, favoreciendo la sinergia y especialización en sectores estratégicos, y posibilitando mejorar los niveles de ingreso y bienestar de las poblaciones de la región.
Por otra parte, el Plan Puebla-Panamá, lanzado en marzo del 2001, tiene como fin primordial establecer sinergias (comunicación activa) entre el sur-sureste de México y los siete países centroamericanos, en aras de mejorar sus respectivas ventajas competitivas y mejorar el nivel de vida de sus habitantes. Para el logro de estos objetivos, se han propuesto estrategias basadas en el desarrollo integrado de la infraestructura física y la participación de la sociedad civil en las definiciones de políticas públicas, programas, acciones y metas para el desarrollo de la región.
De lo señalado anteriormente, se desprende que los emprendimientos de integración física realizados tanto en América del Sur como en Centroamérica, se basan en un desarrollo sostenible, es decir, que dichas iniciativas van de la mano de otra variable esencial: el cambio progresivo en la calidad de vida del ser humano, el cual se posiciona como el sujeto principal del desarrollo. En este escenario, el crecimiento económico con equidad social y la transformación de los métodos de producción y de los patrones de consumo, el equilibrio ecológico y el soporte vital de la región, son los principales objetivos.
Para que las empresas latinoamericanas sean competitivas en su entorno y a nivel global, deben desarrollar nuevos paradigmas de calidad, mejoramiento continuo, productividad y una estrategia de posicionamiento en el mercado. La productividad es sinónimo de competitividad y se alcanza a base de capital, de recursos humanos de calidad, de tecnología de punta y especialmente de una infraestructura física y operativa de transporte y telecomunicaciones que facilite el libre flujo de personas, bienes, servicios e información por los canales de comercialización internacional de nuestros países.
Una moderna y eficiente infraestructura es la piedra angular para enfrentar con éxito el desafío cualitativo de nuestros países, consistente en mejorar el actual sistema de distribución física de los flujos de comercio y, con ello, obtener una sustancial mejora en los niveles de competitividad de su comercio exterior. Con esta visión sistémica, aprovechamos esta oportunidad para manifestar al sector privado, que es el verdadero protagonista y catalizador de los procesos de integración y que hoy nos acompaña en esta reunión, que la ALADI, y con nosotros, los organismos especializados e iniciativas de la región, estamos empeñados en colaborar, con todos los recursos a nuestra disposición, en los emprendimientos dirigidos a profundizar la integración física.
MUCHAS GRACIAS