Las Tres Mellizas han vuelto a las andadas Las Tres Mellizas han vuelto a las andadas. Esta vez ha sido en la biblioteca. ¡Se han puesto los libros por montera! Y como era de esperar, la Bruja aburrida las castiga, transportándolas al interior de uno de los libros que les ha caído encima

Estamos en Castilla, en un lugar de la Mancha de cuyo nombre no queremos acordarnos. Una tierra con grandes extensiones de campos de cereales y molinos de viento

Llegan voces del interior de una casa Llegan voces del interior de una casa. Un hombre recita poemas subido a una butaca. Es Don Quijote, gran aficionado a la lectura.

¡De pronto, descubre a las Tres Mellizas entre sus libros!

Don Quijote les cuenta su drama a las niñas: El pobre ha perdido su armadura y sin ella no podrá ser nombrado caballero Las mellizas ponen manos a la obra, tienen que construir una y deprisa!

Cuando llega Sancho Panza, amigo de Don Quijote, les ayuda

¡La armadura está acabada!

Teresa, con toda solemnidad y en nombre de las torrijas de Santa Teresa, nombra caballero a Don Quijote

Don Quijote promete defender la justicia y buscar a su amada, Dulcinea del Toboso, a quien confunde con la Bruja Aburrida

¡Empieza la aventura! -grita Don Quijote-, ¡Adelante! Pese a las protestas de Sancho, que cree que los cuatro están como una regadera, se ponen en marcha

Don Quijote y el rebaño De pronto Don Quijote embiste a un grupo de cabras, convencido de que lucha contra un ejército de musulmanes

Cuando el pastor ve lo que pasa, se lleva las manos a la cabeza Y ahuyenta a Don Quijote con su honda

Pero Don Quijote, ni se entera y satisfecho de haber vencido al enemigo, continua su camino

UN EJÉRCITO DE GIGANTES Y una vez más, Don Quijote confunde a la Bruja con su amada Dulcinea, se arrodilla a sus pies y le recita un soneto

Las mellizas acaban subidas a las aspas de un molino como si fuera la noria de una feria

Pero después de la batalla llega el reposo Pero después de la batalla llega el reposo. Se ponen en camino para ir a buscar un lugar donde dormir

Las botas de vino Al llegar a un hostal, don Quijote anuncia que se va a la cama sin cenar. ¡La batalla le ha dejado rendido!

Mientras las niñas y Sancho Panza cenan.. Unas extrañas goteras les hacen sospechar Y suben alarmados a ver lo que pasa

¡Don Quijote se está pelando con unas botas de vino y las agujerea con la espada!

Se niega a dejar de luchar hasta que liberen a Dulcinea, la mujer mas bella del mundo. Está fuera de sí, en cuanto la ve se trastorna

La moto y el sombrero La Bruja está hasta el moño de que la confundan con Dulcinea. No puede mas y tiene una idea genial.....

Regala una moto a Sancho con la condición de que lleve su sombrero Está tan contento que quiere darle un beso Don Quijote cabalga tranquilo, convencido de que pasea junto a su amada Dulcinea.

La despedida Ante la amenaza de un beso, Sancho acelera la moto mientras Don Quijote le persigue, enloquecido de amor.

¡Que situación más divertida ¡Que situación más divertida! Pero como siempre, la Bruja llega en el mejor momento... -¡Se acabó la diversión, niñas! Volvemos a casa

Fin