Evangelio : San Juan 18,1- 19,42 1
Viernes Santo Viernes 10 de Abril de 2009 2
PRIMERA ETAPA : PREPARACIÓN “La Palabra esperada”. Estoy a la espera. Me pongo a la escucha. Disposición interior. Silencio. Invocación del Espíritu Santo.
1°- PREPARACIÓN: La escucha orante de la Palabra exige atención, exige que tu escuchar esté orientado a Dios sólo, con toda la disponibilidad de la que es capaz tu corazón. La calidad de la oración depende mucho de la atención que pongamos. Se ha dicho que la atención es “la esencia de la oración”. Si tu búsqueda de Dios es sincera, honesta, correcta, no podrás menos que encontrar a Dios. Hoy, en este día en el que Dios se manifiesta como luz de los hombres, queremos pedir al Señor “la pasión de escucharlo” con las palabras de la Beata Isabel de la Trinidad: “¡Oh Verbo eterno!, Palabra de mi Dios, quiero pasar mi vida escuchándote, quiero hacerme toda docilidad para aprender todo de Vos. Luego, a través de todas las noches, todos los vacíos, todas las impotencias, quiero estar siempre pendiente de Vos y permanecer bajo vuestra gran Luz”
1°- PREPARACIÓN: Padre, envía tu Espíritu sobre nosotros,para que nos introduzca en la contemplación del misterio de tu Hijo,el Señor crucificado y resucitado "para nuestra justificación". Doblamos las rodillas de nuestra mente y de nuestro corazón ante ti, Padre,"de quien procede toda familia en los cielos y en la tierra". Conforme a la riqueza de tu gloria, robustécenos con la fuerza del Espíritu Santo para que, así, podamos crecer interiormente. Que, guiados por su luz, podamos comprender, junto con todos los creyentes, la anchura, la longitud,la altura y la profundidad de la Palabra del Maestro,que supera todo conocimiento y nos llena de tu misma plenitud. A ti, Padre, capaz de hacer mucho más de lo que nosotros pedimos o pensamos,por el Espíritu,la gloria de la Iglesia y en Cristo Jesús,por siempre y para siempre. Amén.
"PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO" San Juan 18,1-19,42 6
SEGUNDA ETAPA : LECTURA “La Palabra escuchada”. Leo el texto con atención. Leer bien es escuchar en profundidad.
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 18,1 – 19,42 http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PWO.HTM 2°- LECTURA
“La Palabra comprendida”. El significado de la Palabra. TERCERA ETAPA : MEDITACIÓN “La Palabra comprendida”. El significado de la Palabra. ¿qué dice, qué me dice? ¿quién me dice? 9
Jesús dueño de su suerte 3°- MEDITACIÓN Jesús dueño de su suerte Quisiera proponerles el recogernos con el espíritu de María, bajo la cruz de Jesús. Ella, mujer fuerte que ha penetrado todo el significado de este acontecimiento de la pasión y muerte de Señor, nos ayudará a tener una mirada contemplativa sobre el Crucificado (Jn 19,25-27). Nos encontramos en el capítulo 19 del evangelio de Juan, que comienza con la escena de la flagelación y la coronación de espinas. Pilatos presenta a Jesús a los sumos sacerdotes y a los guardias: “Jesús Nazareno, el rey de los Judíos” que gritan su muerte en la cruz (Jn 19,6). Comienza así para Jesús el camino de la cruz hacia el Gólgota, donde será crucificado. En la narración de la pasión según Juan, Jesús se revela dueño de sí mismo, controlando así todo lo que le sucede. El texto juanista abunda en frases que indican esta realidad teológica, de Jesús que ofrece su vida. Los sucesos de la pasión él los sufre activamente no pasivamente. Traemos aquí sólo algunos ejemplos haciendo hincapié sobre algunas frases y palabras. 10
El lector puede encontrar otras: 3°- MEDITACIÓN El lector puede encontrar otras: Entonces Jesús, conociendo todo lo que le iba a suceder se adelanta y les pregunta: “¿A quién buscan?”. Le contestaron: “A Jesús el Nazareno”. Díceles: “¡Yo soy!”. Judas, el que lo entregaba estaba también con ellos. Cuando les dijo: “Yo soy” retrocedieron y cayeron en tierra. Les preguntó de nuevo: “¿A quién buscan?”. Le contestaron: “A Jesús el Nazareno”. Jesús respondió “Ya les he dicho que yo soy; así que si me buscan a mí, dejen marchar a éstos. Así se cumpliría lo que había dicho: De los que me has dado, no he perdido a ninguno” (Jn 18, 4-9). “Entonces Jesús salió, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura” (Jn 19,5). A Pilatos le dice: “No tendrías ningún poder sobre mí, si no te hubiese sido dado de lo alto” (Jn 19,11). 11
3°- MEDITACIÓN También sobre la cruz Jesús toma parte activa en su muerte, no se deja matar como los ladrones a los cuáles les son destrozadas las piernas (Jn 19,31-33); al contrario entrega su espíritu (Jn 19,30). Son muy importantes los detalles apuntados por el evangelista: “Jesús entonces, viendo a su Madre y allí junto a ella al discípulo a quien amaba, dijo a la Madre: "¡Mujer, he ahí a tu hijo!”. Luego dice al discípulo: “¡He ahí a tu Madre!” (Jn 19, 26-27). Estas sencillas palabras de Jesús llevan el peso de la revelación, palabras con las cuáles, Él nos revela su voluntad: “ he ahí a tu hijo” (v.26); “he ahí a tu Madre” (v. 27). Palabras que nos envían a aquellas pronunciadas por Pilatos en el litóstrotos: “He ahí el hombre” (Jn 19,5). Aquí Jesús, desde la cruz, su trono, revela su voluntad y su amor por nosotros. Él es el cordero Dios, el pastor que da su vida por las ovejas. En aquel momento, en la cruz Él hace nacer la Iglesia, representada por María, su hermana, María la de Cleofás y María Magdalena con el discípulo amado (Jn 19,25). 12
Discípulos amados y fieles 3°- MEDITACIÓN Discípulos amados y fieles El cuarto evangelio especifica que estos discípulos “estaban junto a la cruz” (Jn 25-26). Un detalle éste de profundo significado. Sólo el cuarto evangelio narra que estas cinco personas estaban junto a la cruz. Los otros evangelistas no especifican. Lucas, por ejemplo, narra que todos aquéllos que lo conocieron lo seguían desde lejos (Lc 23,49). También Mateo cuenta que muchas mujeres seguían desde lejos estos sucesos. Estas mujeres, habían seguido a Jesús desde la Galilea y le servían. Pero ahora lo seguían desde lejos (Mt 27,55-56). Marcos, lo mismo que Mateo, no ofrece los nombres de aquéllos que seguían la muerte de Jesús desde lejos (Mc 15,40-41). Sólo el cuarto evangelio especifica que la Madre de Jesús con las otras mujeres y el discípulo amado “estaban junto a la cruz”. 13
Estaban allí, como siervos ante su Señor. 3°- MEDITACIÓN Estaban allí, como siervos ante su Señor. Están valerosamente presentes en el momento en el que Jesús declara que ya “todo está cumplido” (Jn 19,30). La Madre de Jesús está presente en la hora que finalmente “ha llegado”. Aquella hora preanunciada en las bodas de Caná (Jn 2,1ss). El cuarto evangelio había anotado también en aquel momento que “la Madre de Jesús estaba allí” (Jn 2,1). Por esto, aquél que permanece fiel al Señor en su suerte es el discípulo amado. El evangelista deja en el anonimato este discípulo de modo que cualquiera de nosotros nos podremos reflejar en él que ha conocido los misterios del Señor, apoyando su cabeza sobre el pecho de Jesús durante la última cena. 14
“Mi palabra responde a la Palabra”. CUARTA ETAPA : ORACIÓN “Mi palabra responde a la Palabra”. Se inicia mi diálogo con la Palabra. Oro el texto, brota viva la oración.
4°- ORACIÓN : Yo me refugio en ti, Señor, ¡que nunca me vea defraudado! Yo pongo mi vida en tus manos: Tú me rescatarás, Señor, Dios fiel. Soy la burla de todos mis enemigos y la irrisión de mis propios vecinos; para mis amigos soy motivo de espanto, los que me ven por la calle huyen de mí. Como un muerto, he caído en el olvido, me he convertido en una cosa inútil. Pero yo confío en ti, Señor, y te digo: "Tú eres mi Dios, mi destino está en tus manos". Líbrame del poder de mis enemigos, y de aquéllos que me persiguen. Sal 30, 2. 6. 12-13. 15-17. 25 16
”La explicación de tu Palabra ilumina y da inteligencia al ignorante” QUINTA ETAPA : CONTEMPLACIÓN “La Palabra encarnada”. Epifanía. Ante la manifestación de Dios, me postro, adoro. Silencio ante la Palabra. ”La explicación de tu Palabra ilumina y da inteligencia al ignorante” (Salmo 119,130)
SEXTA ETAPA : CONSOLACIÓN ”La Palabra sentida” SEXTA ETAPA : CONSOLACIÓN ”La Palabra sentida”. La consolación es el gozo de orar, es el sentir íntimamente el gusto de Dios, de las cosas de Cristo. Es un don y....es el lugar y la atmósfera propia de las grandes opciones interiores “Gusten y vean qué bueno es el Señor” (Salmo 34,9)
SEPTIMA ETAPA : DISCERNIMIENTO “La Palabra confrontada”. Prolongo la escucha, discierno. Analizo. Distingo cuál es la voluntad de Dios... Me pregunto : SEPTIMA ETAPA : DISCERNIMIENTO 19
• Lee otra vez el texto del evangelio, y busca en la Biblia todos los textos citados en la clave de lectura. Intenta encontrar otros textos paralelos que te ayuden a penetrar a fondo el texto de la meditación. • Con tu espíritu, ayudado por la lectura orante del relato de Juan, visita los lugares de la Pasión, párate en el Calvario para aprovechar con María y el discípulo amado el acontecimiento de la Pasión. • ¿Qué es lo que más llama tu atención? • ¿Qué sentimientos suscita en ti el relato de la Pasión? • ¿Qué significa para ti el hecho de que Jesús padece activamente su Pasión? 7°- DISCERNIMIENTO 20
“La Palabra compartida”. Sopeso con otros mi respuesta a la Palabra. OCTAVA ETAPA : COMPARTIR LA PALABRA : “La Palabra compartida”. Sopeso con otros mi respuesta a la Palabra. Diálogo con los hermanos. 21
8°- COMPARTIR LA PALABRA : Sólo o especialmente en comunión con otros , comparte, repite con frecuencia toda la Palabra del día de hoy y de manera especial este versículo: Después de beber el vinagre, dijo Jesús: «Todo se ha cumplido». E inclinando la cabeza, entregó su espíritu. (S. Juan 19,30) P.S. PUEDES ELEGIR LIBREMENTE OTRA VERSÍCULO O FRASE DEL EVANGELIO DE HOY. 22
NOVENA ETAPA : DELIBERACIÓN “La Palabra me moviliza”. De la experiencia interior de la consolación o de la desolación aprendemos a discernir y a decidir, según la voluntad de Dios. NOVENA ETAPA : DELIBERACIÓN 23
ACCIÓN CONCRETA DE CADA DÍA “La Palabra en acción”. La Palabra da frutos. Se cumple, se realiza. Vida. Testimonio. Anuncio. Compromiso. DÉCIMA ETAPA : ACCIÓN CONCRETA DE CADA DÍA 24
ORACIÓN FINAL ES VIERNES SANTO En Viernes Santo, te alzas cruz, enriquecida con el cuerpo de Aquel, que ha dejado la piel por el camino y astillada, en tus dos tramos, por un trato indiscriminado y cruel al crucificado. Necesitamos otear, en el horizonte oscuro de nuestros días, una silueta que nos hable de la esperanza un madero que, al romperse, llene de leña nuestro hogar de fe una cruz, que plantada en lo alto, sea agarradero y salvación, palabras, aunque sean pocas, para los que, sabemos y creemos, que en ti, cuelga una víctima que paga alto precio por la humanidad. Es Viernes Santo déjame, Señor, estar al lado de la Madre y, así de esa manera, cuando se desplome tu cuerpo pueda con mis brazos decirte y expresarte lo mucho que yo te quería.
ORACIÓN FINAL Permíteme permanecer con Juan al pie de la cruz y, al igual que tu confidente amigo, poder escuchar tus últimas palabras de misericordia, de vértigo y de paz. Déjame, Jesús, ser centurión en la hora nona y que pueda exclamar antes de que tú mueras, antes de que sea demasiado tarde: ¡Jesús; eres el Hijo de Dios! y poder clamar a los cuatro vientos: ¡Ese que está en la cruz, es Salvación! Conviérteme, Jesús, por un momento en un puntual carpintero y pueda, de esa manera, subir hasta ese madero que te sostiene y con mis débiles fuerzas desclavarte, clavo a clavo, con suavidad, en el día a día, y ser testigo de tu reino.
ORACIÓN FINAL Es Viernes Santo, Señor ¡De qué modo tan impresionante nos lo haces vivir! El amor de Dios, para que no exista duda, es clavado El amor de Dios, para que cunda el ejemplo, es desangrado El amor de Dios, pobre y humilde, es desnudado El amor de Dios, para que sea universal, es puesto en lo alto de un monte Como María, permanezco en silencio….sin tanta fe, pero con recogimiento Como Juan, aquí estoy, Señor: dame a tu Madre para nunca perderla Como el Centurión hago profesión de fe: “creo en Ti y espero en Ti.
ORACIÓN FINAL Amén. No te quedes Señor indefinidamente en el madero Observa la humanidad; sus sombras y sus luces Sus grandezas y sus cruces Y, después de mirarnos, no lo dudes Señor: baja hasta el sepulcro prestado y, al tercer día, resucita para que resucitemos vive para que vivamos Levántate para que nosotros nos levantemos Sólo Tú, Señor, tienes palabras de vida eterna Sólo Tú, Señor, cumples lo que prometes Sólo tu cruz, Señor, hace que se acallen los ruidos y, hoy, reine el silencio. Amén.
Carmelo m.ss.cc