“No hay nada oculto que no haya de ser revelado” 1511 kb Fonts: Korinna BT, Cooper Md BT, Monotype Corsiva, Brush Script BT

Continuando mi habitual estado, me he hallado fuera de mí misma en medio de una multitud de gente, y en lo alto estaba la Mamá Reina que hablaba a aquella gente y lloraba, tanto que teniendo un manojo de rosas en su regazo, las mojaba con sus lágrimas (1° de Mayo de 1921)

Yo no entendía nada de lo que decía, sólo veía que la gente quería hacer tumultos …

y la Madre Celestial llorando, les suplicaba que se calmaran

Después ha tomado una rosa e, indicandome en medio de tanta gente, me la ha lanzado. Después ha tomado una rosa e, indicandome en medio de tanta gente, me la ha lanzado. Yo la he mirado y la rosa estaba mojada con las lágrimas de mi Mamá querida, Yo la he mirado y la rosa estaba mojada con las lágrimas de mi Mamá querida, lágrimas que me invitaban a pedir por la paz de los pueblos. lágrimas que me invitaban a pedir por la paz de los pueblos.

Más tarde me he encontrado con mi dulce Jesús y le he suplicado por la paz de los pueblos, y Jesús, atrayendome a El, me ha hablado de su Santísima Voluntad, diciendome:

“Hija mía, el mundo se ha desquilibrado porque ha perdido el pensamiento de mi Pasión. Ah, en todo ha prevaricado el hombre, porque se ha separado en todo de Quien podía ayudarlo. Ah, en todo ha prevaricado el hombre, porque se ha separado en todo de Quien podía ayudarlo.

Por eso el mundo ha perdido el equilibrio; ha hecho como un niño que no quiere reconocer a su madre, Por eso el mundo ha perdido el equilibrio; ha hecho como un niño que no quiere reconocer a su madre, ¿Qué será de ese niño o de ese discípulo? ¿Qué será de ese niño o de ese discípulo? Serán el dolor de sí mismos y el terror y el dolor de la sociedad. Serán el dolor de sí mismos y el terror y el dolor de la sociedad. como un discípulo que, no reconociendo a su maestro, no ha querido oir más sus enseñanzas, ni aprender sus lecciones. como un discípulo que, no reconociendo a su maestro, no ha querido oir más sus enseñanzas, ni aprender sus lecciones.

Eso se ha vuelto el hombre: terror y dolor, pero dolor sin piedad. Eso se ha vuelto el hombre: terror y dolor, pero dolor sin piedad. ¡Ah, el hombre empeora, empeora cada vez más, y Yo lloro por él con lágrimas de sangre!” ¡Ah, el hombre empeora, empeora cada vez más, y Yo lloro por él con lágrimas de sangre!” (2 de Febrero de 1917)

Una misteriosa y discreta relación existe objetivamente entre la doctrina espiritual de la pequeña Hija de la Divina Voluntad y el signo de las lágrimas de la Reina de la Paz en Civitavecchia (Roma, Italia) el 2 de febrero de 1995 Entre otras “coincidencias”, sería suficiente constatar, leyendo el primer texto presentado, que la Reina de la Paz en Civitavecchia también se ha presentado como “la Madonna de las Rosas”, cuyas lágrimas invitan a pedir por la paz, mientras hace comprender que será Ella quien mostrará públicamente a su pequeña Hija. Por lo demás fue en un lejano 2 de febrero cuando Jesús le habló de sus lágrimas de sangre Es lo que constato, sin pretender enseñar nada a nadie. Pero de esto soy testigo. P. Pablo Martín