Señales de la Batalla, Parte 1 “Realmente no me entiendo a mí mismo, porque quiero hacer lo que es correcto pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio.” Romanos 7:15 ( NTV ) Pablo destacó seis CONSECUENCIAS emocionales cuando tratamos de hacer lo correcto con nuestro propio esfuerzo. Hoy quiero referirme a los tres primeros que se experimentan cuando hay una batalla interior entre la naturaleza vieja y la nueva.

1. Vas a experimentar confusión. Pablo dijo: "La verdad es que no entiendo nada de lo que hago, pues en vez de lo bueno que quiero hacer, hago lo malo que no quiero hacer. " (Romanos 7:15 TLA). Nota que Pablo se estaba refiriendo a sí mismo. Él no culpa a otra persona o al enemigo. Reconoció que la confusión vino de dentro de sí mismo.

2. Vas a experimentar culpa y vergüenza. "Y si la conciencia me advierte que con mi conducta contradigo lo que tengo por bueno, habré de concluir que es buena la ley que yo quebranto.“ (Romanos 7:16 CAS). La palabra "conciencia" significa "con conocimiento". Así que si tu conciencia te está molestando, esto significa que hiciste algo con el pleno conocimiento de que estaba mal. El resultado de una conciencia molesta es la culpa y la vergüenza. Dios no quiere que tú cargues con esta situación.

3. Los resultados son compulsiones y adicciones. Si no aprendes a pelear la batalla dentro de ti, te llevará a las compulsiones y adicciones. Como dijo Pablo: " Pero esto de nada me sirve, porque no soy yo quien así actúa, sino el pecado que está en mí y que es más fuerte que yo."(Romanos 7:17 CAS). Tenemos una naturaleza humana natural, con una resistencia incorporada para hacer lo correcto. Queremos hacer lo que es fácil y divertido, pero, naturalmente, no queremos hacer lo que es correcto y bueno. El pecado es divertido, y puede fácilmente convertirse en habitual.

4. Vas a experimentar la auto-condena. Auto-condena es cuando te empiezas a sentirte mal y a juzgarte a ti mismo, porque continuamente cedes a su temperamento o a la pereza o con lo que tú luchas y no quieres hacerlo. Como el apóstol Pablo dijo: "Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo.“ (Romanos 7:18 NTV ).

5. Vas a experimentar la frustración. "Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago. Ahora, si hago lo que no quiero hacer, realmente no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí." (Romanos 7:19-20 NTV). La Biblia llama a esto la ley del pecado. La ley del pecado es como la ley de la gravedad - que siempre te tira hacia abajo. Y la ley del pecado continuará, no importa lo duro que trates de romper tus malos hábitos simplemente con tú fuerza de voluntad.

6. Vas a experimentar el desaliento y la desesperación Pablo dijo: "Pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí." (Romanos 7:23 LB). Pablo reconoció que cada día había una batalla dentro de su mente. Continuamente pierdes la batalla porque estás luchando con tu propio poder que finalmente te lleva al desaliento y la desesperación. “¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte?” (Romanos 7:24 NTV). ¿Estás agotado, al igual que Pablo estuvo, con su batalla interna? ¡Resiste que Jesús nos trae la esperanza!