Tema: Que daremos al Señor Juan: 12:1-8 Pastor: Ismael Zuniga

Beneficios de parte del Señor Nos da salud Nos da las fuerzas para levantarnos. Nos brinda provisión para nuestras necesidades, Nos ha perdonado, protegido y dirigido cada día. 

I. Una invitación (12:1). Juan 12:1-2 1 Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto y a quien había resucitado de los muertos. 2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.

I. El señor nunca rechaza una  invitación (12:1).  El señor en Casa de Simón El leproso (Mr. 14:3) B. El Señor nunca rechazó una invitación.  1. Entró a la casa de Levy.  2. Entró a la casa de Zaqueo.  3. Fue a la casa de la suegra de Pedro y la sanó.

II. El regalo de maría: agradecimiento 3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.

El nardo: Una plata original de las cordilleras de Himalayas. Perfume de Nardo: El nardo: Una plata original de las cordilleras de Himalayas. Usada como una inversion Usada como Especie y crema medicinal Precio: 300 denarios

III. La critica “4 Dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que lo había de entregar: 5 —¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se les dio a los pobres?”

La critica: 6 Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era ladrón y, teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. Hipocresía: Justificación Disfrazada: Materialismo

IV. María sabia algo que otros ignoraban 7 Entonces Jesús dijo: —Déjala, para el día de mi sepultura ha guardado esto. 8 A los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.

Finanzas Espirituales: Siempre a los pies de Jesús: Porque Dicho Acto: Finanzas Espirituales: Siempre a los pies de Jesús: Sabia de su muerte:

Conclusión: La mejor porción (Lucas: 10:38-42) 38 Aconteció que, yendo de camino, entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. 39 Ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.

41 Respondiendo Jesús, le dijo: Conclusión: 40 Marta, en cambio, se preocupaba con muchos quehaceres y, acercándose, dijo: —Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Respondiendo Jesús, le dijo: —Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42 Pero sólo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.