Ayúdame, María a amarle como Tú
Sé que siempre conmigo vas que en tus manos está mi vida Sé que siempre conmigo vas que en tus manos está mi vida. En las noches me cuidarás y te llamo Mamá María
Porque igual que guiaste a mi Señor, yo te pido que me guíes, que me cuides con tu tierno amor.
como enseñabas al niño Jesús. Ayúdame, María, enséñame María, como enseñabas al niño Jesús. que Él tiene mi vida, para llegar a ser como Tú.
como enseñabas al niño Jesús. Ayúdame, María, que Él tiene mi vida, enséñame María, como enseñabas al niño Jesús. Ayúdame, María, que Él tiene mi vida, para llegar a ser como Tú.
Y amarle tan profundamente, amar como Tú Y amarle tan profundamente, amar como Tú. Yo te pido que mis papás, mis hermanos y mis amigos te conozcan y te amen más y que sepan que son tus hijos
porque igual que guiaste a mi Señor, yo te pido que nos guíes, que nos cuides con tu tierno amor.
como enseñabas al niño Jesús. Ayúdame, María, que Él tiene mi vida, enséñame María, como enseñabas al niño Jesús. Ayúdame, María, que Él tiene mi vida, para llegar a ser como Tú.
Y amarle tan profundamente amar como Tú.
Sólo una madre sabe lo que quiere decir amar y ser feliz.
El niño reconoce a su madre por la sonrisa.
Nunca en la vida encontrarán ternura mayor, más profunda, más desinteresada y verdadera que la de la madre.
«No tendremos miedo si tenemos una madre fuerte y amorosa, que vela por nosotros"
La misión de la madre no es servir de apoyo, sino hacer que ese apoyo sea innecesario.
El niño reconoce a su madre por la sonrisa.
El amor de la madre es símbolo y mensaje de cómo debiera ser el amor del ser humano: generoso y gratuito, abnegado y paciente, fiel , constante.