10 de octubre de 2014 Automático.
El año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor Jesús y así ser testigo gozoso y convincente del Señor resucitado.
Si sigo el camino de la fe podré vivir siempre con mayor claridad la alegría y el renovado entusiasmo del encuentro con Cristo.
Con la fe viene la fuerza del Señor resucitado para poder superar con paciencia y amor todos los sufrimientos y dificultades,
La fe es una decisión a estar con el Señor para vivir con Él.
La fe crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica también como experiencia de gracia y gozo.
La fe es un don de Dios y acción de la gracia que actúa y transforma a la persona hasta en lo más íntimo
La fe, porque es un acto de la libertad, exige responsabilidad y compromiso comunitario de servir a los más pobres.
La fe es un don de Dios y acción de la gracia que actúa y transforma a la persona hasta en lo más íntimo.
El año de la fe me compromete a convertirme en un signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo
Que en este Año de la Fe muestre con toda evidencia la dimensión pública del creer y del anunciar a todos sin temor la propia fe
La Virgen María, Madre de la Iglesia, «reúne en sí y refleja las supremas verdades de la fe».
y acrecienta mi amor a María. Señor, que en este Año de la Fe cada día mi relación con Cristo sea más fuerte
Feliz ADVIENTO del AÑO DE LA FE