El evangelio de hoy nos expone una escena hermosa en que Jesús va a descansar donde una familia amiga:
la hermana mayor atendía a las tareas domésticas, como la comida, mientras que la menor atendía a los huéspedes.
Pero el trabajo de la cocina es grande, y Marta reclama a Jesús para que diga a su hermana María que ayude.
Jesús nos dirá que será recompensado hasta un vaso de agua que se dé en su nombre.
Pero ahora Jesús aprovecha para dar una lección a Marta y a todos nosotros:
En la sociedad cristiana hay algunos que, por propio compromiso, deben escuchar la palabra y guardarla en su corazón. Estos son los contem- plativos.
y reconoció en ellos al Señor o enviados, ángeles, del Señor.
Mandó a Sara, su esposa, a preparar pan y escogió un ternero para que lo guisase un criado. Después se lo ofreció con cuajada y leche.
Y uno de ellos le dio la buena nueva de que al año siguiente iban a tener un hijo.
Automático
Hacía calor aquel día, cuando Abraham estaba sentado cerca del encinar de Mambré.
Cuando los vio, se inclinó hasta el suelo y dijo:
Os traeré un poco de agua, os lavaréis los pies y reposaréis a la sombra.
Os traeré un bocado, os reconfortaréis y luego seguiréis adelante.
No por casualidad habéis pasado hoy delante de mi.
AMÉN