Grupo de Liturgia Parroquia Santa María del Silencio Personas sordas y sordociegas. Madrid
Todo el mundo como casa del hombre, es una buena obra de Dios. El cristianismo no condena lo que es humano, ni mira con temor la realidad del mundo; porque es obra de Dios y Él vio que "todo era muy bueno, especialmente el Hombre, hecho a imagen suya.
Yo soy el Señor
El Señor va a reunir otra vez a su pueblo, no porque Israel lo merezca o haya cambiado de actitud, sino por Su santo Nombre. La acción de Dios es una transformación profunda que llega al corazón de cada persona. Esta transformación es gracias al Espíritu de Dios, simbolizado por el agua que purifica y renueva.
La vida del cristiano debe ser, según S. Pablo, una vida de imitación de Cristo resucitado: El bautismo es el signo de nuestra participación en la muerte de Cristo para resucitar con Él a una vida nueva, diferente de la anterior, y que nazca como fruto de la unión a Cristo.
La resurrección de Jesús no la vio nadie. Creemos en ella gracias a la fe. Si Jesús no resucitara, nuestra fe no tendría sentido.