Domingo 2º de Cuaresma Ciclo C
Que las penitencias cuaresmales no tienen un fin en sí mismas, sino que nos llevan a la Gloria.
Por eso se nos presenta hoy la escena de la TRANSFIGURACIÓN del Señor.
Jesús les había dicho a los apóstoles para qué estaba en este mundo: para SALVARNOS
Para realizar plenamente la salvación, El debía morir, y morir en la Cruz.
Un día sería acusado por los jefes religiosos del pueblo, y llevado ante el tribunal romano para ser juzgado hasta llegar a la cruz..
Pero al tercer día resucitaría de entre los muertos.
Los apóstoles no entendieron lo de la resurrección y se pusieron muy tristes por lo de la muerte.
Entonces Jesús pensó explicárselo mejor a los tres discípulos un poco más aventajados y más dispuestos a su amor. Dicen algunos que, quizá Jesús no se transfiguró ante los doce, porque Judas no se merecía tan divina visión.
Este año, ciclo C, la Transfigura- ción está contada por el evangelista san Lucas. San Lucas es el evangelista de la misericordia. Toda la escena es producto de un intenso amor. Lc 9, 28b-36 Dice así:
En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago
el aspecto de su rostro cambió
Palabra del Señor
Terminamos recordando:
Jesucristo vino para darnos la vida divina. Automático
Por eso todos estamos destinados a transformarnos y ser felices un día en el cielo.
Para salvarnos y ayudar a salvar al mundo, debemos sufrir con Cristo.
Y aun debemos morir con Él y por Él.
Pero sabemos que luego viviremos y reinaremos siempre con Él.
viviremos con Él
reinaremos con Él