Carmelitas Misioneras Teresianas

Slides:



Advertisements
Presentaciones similares
EXPOSICIÓN Una mujer soñó que estaba en una tienda recién inaugurada y para su sorpresa, descubrió que Dios se encontraba tras el mostrador. - ¿Qué vendes.
Advertisements

@ Isidoro Pisonero LA ISLA DE LOS Isidoro Pisonero * una vez una *, en la que * todos los sentimientos y valores del ser * : * una vez.
Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como también todos los.
LA TIENDA DE DIOS ORACIÓN DE LA MAÑANA Un hombre entró en un local y vio un señor en el mostrador.
AMOR DE DIOS. PERSONAL.
EL CAMINO DEL LIDER.
Un propósito para cada día de Adviento
Colegio “La Purísima” Callosa de Segura
Calendario de Adviento
Calendario de Adviento
Colegio “La Purísima” Carmelitas Misioneras Teresianas.
La más bella del mundo, la más bella de la tierra,
Era se una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
Curso Colegio “La Purísima” Callosa de Segura
Carmelitas Misioneras Teresianas Colegio La Purísima Callosa de segura
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas Colegio La Purísima Callosa de segura
Curso Colegio “La Purísima” Callosa de Segura
Erase una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
Erase una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
Soñé que tenia marcada una entrevista con Dios.
Curso Colegio “La Purísima” Callosa de Segura
El Helecho y el Bambú.
DOMINGO XI T.Ordinario - B
LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS (LLEVA SONIDO Y CORRE MANUALMENTE)
DEJE QUE EL CURSO TRABAJE EN USTED
Calendario de Adviento
VIVE HOY Fresita AUTOMATICO 1.
Carmelitas Misioneras Teresianas
Curso Colegio “La Purísima” Callosa de Segura
Erase una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
Carmelitas Misioneras Teresianas
Era se una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
NO ESPERES…..
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Iglesia De Cristo Usulután 08 – de diciembre de 2018
Carmelitas Misioneras Teresianas
Día de San Francisco Javier Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Era se una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Colegio “La Purísima” Callosa de Segura Curso
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas Colegio La Purísima Callosa de segura
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas Colegio La Purísima Callosa de Segura
Carmelitas Misioneras Teresianas Colegio La Purísima Callosa de segura
El Helecho y el Bambú.
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Era se una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
Carmelitas Misioneras Teresianas
Carmelitas Misioneras Teresianas
Erase una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
Era se una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
”¿Qué opinas de mi?...” pregunté.
Erase una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
Calendario de Adviento
Erase una vez... Había una vez una isla, en la que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Como.
Transcripción de la presentación:

Carmelitas Misioneras Teresianas Colegio “La Purísima” Callosa de Segura Carmelitas Misioneras Teresianas

- ¿Qué vendes aquí?, le preguntó. LA SEMILLA HA DE CRECER Una mujer soñó que estaba en una tienda recién inaugurada y para su sorpresa, descubrió que Dios se encontraba tras el mostrador. - ¿Qué vendes aquí?, le preguntó. -Todo lo que tu corazón desee, respondió Dios. Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo, se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podría desear. -Deseo paz, amor, felicidad, sabiduría... Tras un instante de vacilación, añadió: -No sólo para mí, sino para todo el mundo... Dios se sonrió y le dijo: -Creo que no me has comprendido. Aquí no vendemos frutos, únicamente vendemos semillas. .

Para sembrar una planta hay necesidad de romper primero la capa endurecida de tierra y abrir los surcos; luego, desmenuzar y aflojar los trozos que aún permanecen apelmazados, para que la semilla pueda penetrar, regando abundantemente para conservar el suelo húmedo y entonces... Esperar con paciencia hasta que germinen y crezcan…

REFLEXIÓN En la misma forma en que procedemos con la naturaleza hay que trabajar con el corazón humano, desmenuzándolo en pequeños trozos de gestos amables, palabras cálidas y generosas, hasta que con soltura, permitan acoger las semillas que diariamente podemos solicitar "gratis" en el almacén de Dios, porque ÉL mantiene su supermercado en promoción. Son semillas que hay que cuidar con dedicación y esmero, para que germinen y los frágiles retoños se vayan transformando en plantas firmes capaces de dar los frutos anhelados...

¿Eres consciente que no debemos soñar con conseguir lo que queremos sino de trabajar desde nosotros mismos para conseguirlo? ¿Somos capaces de aprovechar las semillas que nos ofrece Dios para que den su fruto?