Domingo 5º de Pascua Ciclo B Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Jn 16,1-4
Dios se parece a un viñador. Nos dedica tres cuidados imprescindibles: San Juan de Ávila apela a la imagen del viñador para subrayar el amor que Dios nos muestra. Dios se parece a un viñador. Nos dedica tres cuidados imprescindibles: la limpieza, la corrección y el abrigo.
que no puede hacer el viñador, que Pero hace algo más que no puede hacer el viñador, que “ ni puede hacer llover sobre la viña, ni traerle el sol y el aire cuando es menester, ni dar virtud a los sarmientos para que produzcan hijos y fruto”.
Dar fruto
“permanecer” “dar fruto” Jesús se presenta como la verdadera vid y reconoce a su Padre como el viñador. En este contexto dos expresiones clave: “permanecer” “dar fruto”
Permanecer en Jesús No se puede ser cristianos sin Cristo es la primera exigencia de la fe cristológica. No se puede ser cristianos sin Cristo
Dar fruto no es solo una llamada pragmática a la eficacia y la producción. Es la prueba de la vinculación íntima entre el discípulo y su Maestro, entre el creyente y su Señor, creído y aceptado como Salvador.
Quien no permanece en ÉL, afectiva y efectivamente, está condenado a la esterilidad y a la muerte.
Sin mí no podéis hacer nada
La fe cristiana comporta la alegría de saberse unidos al Señor. Pero no es un sentimiento etéreo, ni una nostalgia, ni un mero signo social. Incluye un compromiso de vida. Sus seguidores se darán a conocer por el amor que él les demostró con su vida y con su muerte.
Señor Jesús, sabemos y confesamos que sólo de ti viene la savia de la vida para que demos frutos que nos distinguirán Como discípulos tuyos para la gloria del Padre. ¡Bendito seas! Amén. Aleluya
Autor : José Román Flecha Texto: Palabra del Señor Edit. Secretariado Trinitario Salamanca 2007