El Espíritu Santo llegó
En nuestro Bautismo se enciende una llama que nos acompaña toda la vida. ¿Sabes qué es?
¡Sí! Es el Espíritu Santo, que nos lo envía Dios nuestro Padre del cielo.
Y eso también ocurrió con los Apóstoles, que recibieron el Espíritu Santo, el día de Pentecostés.
Imagínense que cada uno de los Apóstoles tuvo una llama de fuego sobre su cabeza.
Pero, ¿Por qué ocurrió eso. ¿Por qué los Apóstoles lo recibieron Pero, ¿Por qué ocurrió eso? ¿Por qué los Apóstoles lo recibieron? ¿para qué les serviría?
El Espíritu Santo vino para acompañarlos; y darles la fuerza y valentía para salir a llevar, a toda la gente, el mensaje de Amor de Dios.
Así también, el Espíritu Santo nos ayuda a ser mejores cada día y a llevar el amor de Dios a todos los que nos rodean.
¡Gracias Señor por mi Bautismo y por el Espíritu Santo!