Domingo VIII del Tiempo Ordinario Ciclo B Domingo VIII del Tiempo Ordinario «Lo que rebosa del corazón, lo habla la boca»

Primera Lectura Eclesiástico 27, 5-8 5 El horno pone a prueba los vasos del alfarero, y la prueba del hombre está en sus conversación. 6 El árbol bien cultivado se manifiesta en sus frutos; así la palabra expresa la índole de cada uno. 7 No elogies a nadie antes de oírlo razonar, porque allí es donde se prueban los hombres. 8 Si buscas la justicia, la alcanzarás, y te revestirás de ella como de una túnica gloriosa. Palabra de Dios Te alabamos Señor

«No alabes a nadie antes de que razone» El libro del Eclesiástico, según otros, el libro de Jesús Ben Sirac perteneciente a la literatura sapiencial. El sabio, observa, considera, reflexiona y ofrece a la posteridad el fruto de sus trabajos.

y, por decisión personal después. Quiere enseñar a reflexionar, a que el lector o discípulo aprenda, con su ayuda primero, y, por decisión personal después. Al fondo de su sabiduría se encuentra la Sabiduría de Dios. Dios que ha dejado bien marcado con sus huellas el camino de la bendición. Tras ellas y con sus términos propios, el sabio.

Salmo 91 2-3. 13-14. 15-16 2 Bueno es dar gracias a Yahveh, y salmodiar a tu nombre, Altísimo, 3 publicar tu amor por la mañana, y tu lealtad por las noches. 13 Florece el justo como la palmera, crece como un cedro del Líbano. 14 Plantados en la Casa de Yahveh, dan flores en los atrios del Dios nuestro. 15 Todavía en la vejez producen fruto, se mantienen frescos y lozanos, 16 para anunciar lo recto que es Yahveh: mi Roca, no hay falsedad en él.

«Es bueno dar gracias al Señor» El Salmo contiene elementos múltiples: alabanza, acción de gracias, imaginería sapiencial. Es bueno dar gracias al Señor. Ha de dominar todo el canto.

día y noche en su alabanza. Es bueno proclamar la misericordia del Señor, darle gracias por su amor y mantenernos día y noche en su alabanza. El agradecimiento llueve nuestras gracias y las gracias adornan nuestra vida de copiosos frutos. La Eucaristía es la «alabanza y acción de gracias por excelencia». Seamos en ella viviente alabanza y acción de gracias.

Segunda Lectura 1 Co 15, 54-58 Palabra de Dios Te alabamos Señor 54 Cuando lo que es corruptible se revista de la incorruptibilidad y lo que es mortal se revista de la inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido vencida. 55 ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón? 56 Porque lo que provoca la muerte es el pecado y lo que da fuerza al pecado es la ley. 57 ¡Demos gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo! 58 Por eso, queridos hermanos, permanezcan firmes e inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Señor, con la certidumbre de que los esfuerzos que realizan por él no serán vanos. Palabra de Dios Te alabamos Señor

«Dios nos da la victoria por Nuestro Señor Jesucristo» La resurrección de los muertos en virtud de la resurrección de Cristo. Inseparables teológicamente ambos acontecimientos, una ilumina a la otra recíprocamente. Permanece inefable el modo y manera de esa realidad.

Efectivamente, las palabras de Pablo suenan a grito de triunfo. Podríamos corearlo con las palabras del Pablo: “Ni ojo vio, ni oído oyó lo que Dios tiene preparado para los que le aman”. Maravilla de maravillas. Dios sea bendito. Alabanza y bendición para nuestro Dios en Cristo Jesús. Efectivamente, las palabras de Pablo suenan a grito de triunfo. A Dios sean dadas las gracias por siempre. Permaneced en Dios salvador, nuestro trabajo no es inútil. Todo tiene sentido en Cristo Jesús.

Lectura del Santo Evangelio Lc 6,39-45 39 Les hizo también esta comparación: «¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo? 40 El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro. 41 ¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? 42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo», tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano. les digo a ustedes que me escuchan: 43 No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: 44 cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. 45 El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca. Palabra de Dios Gloria a Ti, Señor Jesús

«Lo que rebosa del corazón, lo habla la boca» Jesús expresa como deben ser sus discípulos. Un ciego no es un buen guía; - El discípulo no es más que su maestro; - La viga en el ojo propio Es mayor que la basura en el ojo ajeno;- Todo árbol debe ser podado para que dé buenos frutos.

Jesús es el auténtico Maestro. No hay discípulo mayor que El. Estas palabras iban dirigidas contra los fariseos. Para Jesús, tales personajes son guías ciegos del pueblo. Pretenden enseñar cuando ellos mismos estaban cerrados a la más grande revelación de Dios, que se manifestaba en Jesús de Nazaret. Jesús es el auténtico Maestro. No hay discípulo mayor que El. Jesús es la fuente y El mismo es la Palabra auténtica.

El discípulo de Jesús es reconocido por su misericordia y por sus obras. Para guiar a otros hace falta lucidez, ver las cosas claras, ha de cuidar no caer en la hipocresía, en solo ver solo los defectos de los demás y creerse él mismo un santo o un perfecto. Los fariseos y los escribas pensaban que una obra era buena si estaba en consonancia con la ley. No importaba mucho qué se pensaba interiormente. Cuando los criterios para orientar los valores y las acciones tienen que estar de acuerdo con el amor y la misericordia de Dios.

Gracias Señor por tu Palabra purificadora, que ilumina, alimenta, enriquece, alegra, consuela y compromete. Concédenos vivir conforme a ella.

* Te pedimos Señor que nos des a cada uno de nosotros la disponibilidad para limpiar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras acciones mirándote a ti; comparándonos con tu gesto permanente de amor, de comprensión y de perdón. * Te pedimos también Señor por todos los que en la Iglesia guían a otros, que no sean guías ciegos sino que sepan ayudar a los demás con tu luz para caminar hacia la plenitud de la luz, hacia la verdad en plenitud. Amén.

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