EL EVANGELIO LLEGA A TESALÓNICA Lección 1, para el 7 de julio de 2012

Filipos Tesalónica Troas Misia Asia En Hechos 16:6-17:1, se nos cuenta cómo Dios dirigió la llegada del Evangelio a Tesalónica. El Espíritu Santo prohíbe a Pablo que predique en Asia (Hechos 16:6) En Misia, el Espíritu Santo no le permite ir a Bitinia (Hechos 16: 7) En Troas, Pablo recibe una visión de noche, donde un hombre mace- donio le ruega que vaya a ayudarlos. Inmediatamente, se pone en ca- mino con sus colaboradores (Hechos 16: 8-10) Llegan a Filipos (Hechos 16:11-40) Lidia se convirtió en la primera cristiana de Macedonia. Pablo y Silas fueron duramente azotados y encarcelados. Un terremoto sacude la cárcel y el carcelero se convierte. Filipos Tesalónica 4 5 3 2 Troas Misia 1 Asia Finalmente, llegan a Tesalónica (Hechos 17:1)

EN FILIPOS “Pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición” (1 Tesalonicenses 2:2) Esta experiencia preparó también a Pablo y Silas para enfrentar los problemas que iban a encontrar en Tesalónica y otros lugares. ¿Por qué razón Pablo y Silas fueron duramente azotados y encarcelados (Hechos 16:16-23)? En ocasiones, el Evangelio entra en conflicto con nuestros intereses personales (en este caso, económicos) Cuando esto ocurre, o la persona se convierte y permite que el Espíritu Santo cambie sus intereses, o rechaza el mensaje y se convierte en un enemigo del Evangelio.

TESALÓNICA ¿Qué estrategia siguió Pablo para predicar el Evangelio en Tesalónica (Hechos 17:2-4) Fue el sábado a la sinagoga, donde encontró personas receptivas al mensaje. Predicó usando como base las Escrituras. Presentó la historia de Jesús. Ésta es la misma estrategia que Jesús usó, después de la resurrección, con los discípulos de Emaús (Lucas 24:13-35) “DESPUÉS de dejar a Filipos, Pablo y Silas fueron a Tesalónica. Allí se les dio la oportunidad de hablar a grandes congregaciones en la sinagoga judía. Su apariencia evidenciaba el vergonzoso trato recién recibido, y requería una explicación de lo que había sucedido. Ellos la dieron sin ensalzarse a sí mismos, sino magnificando a Aquel que los había librado” Elena G. de White, Los hechos de los apóstoles, cp. 22, p. 180

CRISTO PREDICADO EN TESALÓNICA “Declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo” (Hechos 17:3) Para que los judíos de Tesalónica aceptasen a Jesús como el Mesías (el Cristo), Pablo debía aclarar los conceptos erróneos acerca de la naturaleza del Mesías. Los judíos solamente aceptaban los textos que hablaban del Mesías como un rey glorioso, pero omitían aquellos que hablaban de él como un siervo sufriente. Pablo les aclaró cómo el Mesías debía de sufrir antes de ser glorificado.

“ERA NECESARIO QUE EL CRISTO PADECIESE” “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5) Para los escritores del Nuevo Testamento, Isaías 53 era la clave para el rol del Mesías. Pablo predicó este texto en Tesalónica. Según Isaías 53, el Mesías no aparecería como rey o con poder en ocasión de su primera venida. De hecho, sería rechazado por muchos de su propio pueblo. Pero ese rechazo sería el preludio del glorioso Mesías de la expectativa judía. Recordando esto, Pablo mostró que el Jesús que él había llegado a conocer era, en realidad, el Mesías que había predicho el Antiguo Testamento.

LOS PRIMEROS CONVERSOS EN TESALÓNICA “Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas” (Hechos 17:4) La primera iglesia cristiana en Tesalónica estaba compuesta por: Algunos judíos. Gran número de griegos piadosos. Muchas mujeres nobles. Cuando poco tiempo después Pablo escribió su primera epístola a los tesalonicenses, la iglesia era eminentemente gentil (1 Tesalonicenses 1: 9) Aunque había nobles entre ellos, la mayoría se dedicaba a sus propios negocios o trabaja para otros (1 Tesalonicenses 4:11)

“Los que enseñan hoy verdades poco populares no necesitan desanimarse si en ocasiones no son recibidos más favorablemente, aun por los que pretenden ser cristianos, de lo que lo fueron Pablo y sus colaboradores por la gente entre la cual trabajaron. Los mensajeros de la cruz deben velar y orar, y seguir adelante con fe y ánimo, trabajando siempre en el nombre de Jesús. Deben exaltar a Cristo como el mediador del hombre en el santuario celestial, en quien se concentraban todos los sacrificios de la dispensación del Antiguo Testamento, y por cuyo sacrificio expiatorio los transgresores de la ley de Dios pueden hallar paz y perdón” Elena G. de White, Los hechos de los apóstoles, cp. 22, pp. 185-187