Meditación de cada frase

Slides:



Advertisements
Presentaciones similares
Oración Alma de Cristo de San Ignacio de Loyola
Advertisements

111. VENID, PECADORES, PUES DIOS POR SU AMOR.
Evangelio según San Mateo
Canción al Espíritu Santo
Conmemoración:2 de noviembre.
recitada y cantada por la Hermana Glenda.
Música Grupo Emmanuel.
LA PASION DE JESUS, VISTA POR SU MADRE MARIA
Evangelio según San Marcos
Cristo Rey del Universo: Cristo Rey del Universo:
Enseñanzas del Papa Francisco No. 186 Enseñanzas del Papa Francisco No. 186.
Ven a la fiesta, es el momento de rezar y de cantar. Hoy celebramos que en nuestras vidas Dios viviendo siempre está (Bis)
SÍGUEME; YO TE HARÉ PESCADOR DE HOMBRES
La Iglesia está organizada para el servicio
La oración.
Canción Grupo Emmanuel
Pensamientos de Santos
Evangelio según San Juan
Con sonido, no usar el mouse por favor,
Evangelio según San Juan
Evangelio según San Juan
Oración Alma de Cristo de San Ignacio de Loyola
Evangelio según San Mateo
Mi perfume Señor autor desconocido.
La Santidad una llamada Divina Fiesta de Todos los Santos:
Novena a la Divina Misericordia
La misericordia de Dios.
Padrenuestro meditado por San Francisco de Asís..
Del libro “Abiertos al Espíritu” Concepción Cabrera de Armida
Miércoles de Ceniza Origen y significado Fuente texto EWTN.
Pensamientos de la Beata Madre Teresa de Cálcuta
Himno a la Humildad Marco Antonio Solis
VISTA POR MARIA SANTÍSIMA
Transición automática
Canción dedicada a la Sagrada Eucaristía
Sor Eusebia Palomino Un surco fecundo.
Autor: Monseñor Ramón Ángel Jara
Meditación de cada frase
Canción dedicada al Santísimo Sacramento
Acerquémonos con profunda reverencia al trono de su Majestad, nuestro divino Rey, Cristo Jesús, y ofrezcámosle el homenaje de nuestra humilde adoración.
No usar el mouse por favor Transición automática.
Canción Grupo Emmanuel
Corazón de Jesús.
Poema de Santa Teresa de Ávila
Cantado por la Hermana Glenda
Evangelio según San Juan
XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO
Pensamientos de San Antonio de Padua..
Meditación de cada frase
DOMINGO XXI T.O. DOMINGO XVII T.O . DOMINGO XVII T.O. . EL QUE COMA
¡Gracias por la Eucaristía!
5 de junio de 2016.
XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO
DOMINGO XVII T.O . DOMINGO XVII T.O. . EL QUE COMA MI CARNE Y
Aquí estamos! Queremos acogerte en tu Palabra y en tu Pan.
XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO
18 de septiembre de 2016.
DOMINGO XVII T.O . DOMINGO XVII T.O. . EL QUE COMA MI CARNE Y
¡Gracias por la Eucaristía!
XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO
XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO
XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO
¡Gracias por la Eucaristía!
¡Gracias por la Eucaristía!
¡Gracias por la Eucaristía!
Evangelio según San Mateo
La Virgen María es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios.
Mi perfume Señor autor desconocido.
Secuencia del Espíritu Santo Hermana Glenda.
Quiero un corazón de niño
Transcripción de la presentación:

Meditación de cada frase de la oración: Alma de Cristo de San Ignacio de Loyola

Y mándame ir a Ti.

Como mandaste a tus apóstoles que lo dejaran todo y te siguieran.

Como mandaste a San Pedro, que se hundía, ir a Ti sobre las aguas.

Como mandaste a Zaqueo bajar a hospedarte y bendecirte, para ser yo hospedado en las mansiones de tu Gloria.

Como mandaste a la hija de Jairo y al joven difunto y a Lázaro sepultado resucitar.

Mándame ir a Ti, porque éste ha sido el anhelo constante de mi corazón, tantas veces alucinado y vacilante.

Mándame, porque si no me mandas no me atreveré a ir a Ti, porque soy gran pecador.

Mándame, porque si me mandas harás posible lo que sin mandarlo Tú me es imposible.

Mándame, Tú que tantas veces viniste a mi sacramentado porque te llamé.

Mándame ir a Ti para que al presentarme ante Ti pueda decir esperanzado: Señor, aquí estoy pues me llamaste.

porque yo quiero ir a Ti, mi Dios, mi Redentor, Mándame ir a Ti, porque yo quiero ir a Ti, mi Dios, mi Redentor, mi Jesús, mi todo.

Hermosura siempre antigua y siempre nueva, Dicha infinita y eterna. Ir a Ti, Luz increada, Hermosura siempre antigua y siempre nueva, Dicha infinita y eterna.

“coger las flores” del camino, sin volver la vista atrás, Ir a Ti, ya desde ahora, sin detenerme a “coger las flores” del camino, sin volver la vista atrás, sin desviarme de la senda que más me lleva a Ti.

Ir a Ti como el río a la mar, con un anhelo siempre antiguo y siempre nuevo:

como el ciervo a las fuentes de aguas, con una sed irresistible;

con una esperanza nunca defraudada y fallida. Como el hijo pródigo a su padre, acogedor y misericordioso, con una esperanza nunca defraudada y fallida.

Ir a Ti para verte cara a cara, y poseerte sin peligro de perderte para adentrarme en Ti y abismarme en Ti y poseerte sin peligro de perderte y de perderme.

Ir a Ti, para oír tus piadosos labios que me dicen: “Ven, bendito de mi Padre, a poseer el reino que te tenía preparado”.

somos por instinto refractarios a los mandatos. Señor, somos por instinto refractarios a los mandatos.

Pero los hay que revelan un amor insobornable: El de una hermana mayor a su hermanito.

El de una madre al hijo enfermo y desganado.

El de la esposa solícita al esposo desaprensivo.

Es impresionante un cariño que se transforma en mandato.

oh Jesús, esta forma tan humana del amor…? ¿Y te íbamos a negar a Ti, oh Jesús, esta forma tan humana del amor…?

No puede haber mandato más lleno de cariño que el que en la hora de la muerte mandes, oh Jesús, ir a Ti.

Señor yo que he recalcitrado tantas veces contra vuestros mandamientos.

a veces casi exigentes… Yo que los he creído a veces casi exigentes…

que me atrevo a formular Os pido no me neguéis este mandato, el más amable, quizá el único sobre el que me atrevo a formular un deseo absoluto de que se realice en mí.

Jesús, en la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti; para que no tengas que mandarme que me aparte de Ti.

Ahora comprendo esta tremenda e ineludible disyuntiva y sumisión de la Humanidad a tu mandato.

Todos los hombres han de estar siempre bajo el cumplimiento de un mandato tuyo, o de bendición en el Cielo, contigo, o de reprobación en el infierno, lejos de Ti.

llámame y mándame ir a Ti. Pues, oh Jesús, en la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti.

Para que mi cielo sea el desquite eterno de tantas infracciones a tus mandamientos.

yo tan perezoso y tibio; yo tan recio al sufrimiento, Para que a cuantos pudieran echarme en rostro mi presencia entre ángeles, yo tan manchado; entre apóstoles, yo tan perezoso y tibio; entre mártires, yo tan recio al sufrimiento, les pueda responder:

Es que Jesús, el Rey de la Gloria, me mandó ir a El

Mándame ir a Ti.

Para que eternamente te pueda responder: Aquí estoy, Señor, pues me llamaste.

Si deseas recibir mails relacionados con la Iglesia, que contienen diapositivas, vida de Santos, Evangelio del Domingo, etc. Escribe a: unidosenelamorajesus@gmail.com con el título suscripciones, servicio Gratuito. Que Dios te llene de bendiciones. Y que permanezcamos unidos en el amor a Jesús.