Dios revela el misterio de su Hijo a los apóstoles escogidos, y les deja entrever su gloria divina escondida en la humilde condición humana.
Cristo había mostrado su hermoso acercamiento al ser humano.
Cristo había mostrado su comprensión misericordiosa.
Cristo había mostrado su profunda sabiduría.
Cristo estaba pronto para realizar su acto supremo de amor de dar la vida por nosotros.
Cristo sería el Sumo y eterno sacerdote entregando su vida en oblación al Padre.
Pero antes quiere darles un anticipo, un pregustar al Dios que El es.
Un anticipo de su esplendor.
Un anticipo del esplendor que se nos ofrece, para que sea nuestro.
Para que lo logremos vivamos nuestra cuaresma. ektorn@hotmail.com