RETOS Y PERSPECTIVAS DEL SECTOR FORESTAL MEXICANO. INFORMACION PARA INTEGRAR LA NUEVA AGENDA LEGISLATIVA EN MATERIA FORESTAL, DESDE LA VISION DE LOS ESTADOS.

La humanidad se ha enfrentado en los últimos tiempos a fenómenos sociales y naturales que debido a su impacto se les ha dado en llamar crisis, de esta manera resentimos los impactos de la crisis energética, de la alimentaria, de la económica y de la ambiental, denominada esta última como Cambio Climático, fenómeno al que se le ha reconocido como el reto planetario más importante al que nos enfrentamos como humanidad. Lo anterior se ve reflejado en la cada vez más acentuada disminución y deterioro de nuestros recursos forestales.

Un obstáculo fundamental para alcanzar el desarrollo sustentable de los recursos forestales y de las comunidades dueñas de los mismos, es la severa deficiencia de instrumentos económicos que permitan interiorizar costos ambientales y compensar a los dueños de los bosques por los servicios intangibles como son la biodiversidad, depuración de la calidad del aire, del agua y conservación del suelo y agua, lo anterior derivado de que nuestra organización económica no ha sabido reconocer el papel de los bosques y selvas en el desarrollo futuro de nuestra sociedad.

Los recursos silvícola aportan agua para el consumo de las grandes ciudades, evitan la erosión de los suelos y con ello el azolvamiento de la infraestructura hidráulica y sanitaria de las ciudades, capturan carbono y actúan como filtro para mejorar la calidad del aire que respiramos. Sin embargo todos estos beneficios no han sido valorados y menos aun se ha retribuido a los propietarios o poseedores de los bosques y las selvas con programas que al reconocer sus aportes, retribuyan a las comunidades indígenas y campesinas parte de estos beneficios para garantizar la adecuada conservación de la vegetación y de los suelos.

Es urgente garantizar, tanto la conservación como el aprovechamiento de los recursos y el desarrollo de un nivel de vida digno para las familias campesinas que habitan en los bosques y selvas y a quienes socialmente responsabilizamos de su cuidado y conservación. El gran reto que como sociedad enfrentamos, es poder abatir los índices de deterioro de los recursos naturales. A Nivel Nacional, se sigue hablando de una pérdida de bosques de 600 mil a un millón de hectáreas anuales.

La tierra está erosionada, produce cada vez menos y los manantiales han desaparecido o han disminuido sus caudales hasta ser insuficientes incluso, para satisfacer las necesidades de la misma región. Este fenómeno no es local, ocurre en cada montaña de México y en buena parte es la causa de la dolorosa pobreza de sus habitantes, sus efectos trascienden más allá de la montaña y las avalanchas e inundaciones son las consecuencias que otras poblaciones aguas abajo sufren.

Es por ello que es urgente re vegetar productivamente nuestras montañas, direccionando los apoyos para el establecimiento de plantaciones forestales bajo un programa único con diferentes objetivos: ya sea la conservación ecológica, la restauración o comercial, pero tomando en cuenta que si queremos cumplir con los objetivos de cada uno se requiere el paquete de incentivos económicos y de asistencia técnica especializada, visualizando la plantación de árboles como un cultivo a largo plazo, dando atención integral a problemas relacionados con el agua los bosques y las cuencas como asiento de las actividades de nuestra sociedad.

Estos tres elementos, no se pueden separar, el agua es el elemento del que depende la vida y por tanto depende todo; los bosques además de producir madera y leña, contribuyen con el ciclo hidrológico propiciando que el agua se infiltre y forme los manantiales, que a su vez forman los ríos que alimentan del vital líquido a las ciudades y a los centros de desarrollo, tan necesarios para el progreso de México. Esta dinámica ocurre en espacios definidos del territorio que son las cuencas; en ellas, vive gente que hacen uso de los recursos naturales para su supervivencia, pero que si lo hacen mal, no solo se perjudican a sí mismos, sino que afectan a otros, que viven en sitios distantes en términos de disponibilidad de agua en el estiaje e inundaciones y deslaves en las lluvias.

Para poder cumplir los compromisos establecidos con los mexicanos el gobierno federal ha impulsado el programa denominado PROARBOL, que desafortunadamente al sustentarlo en reglas administrativas para justificar la dispersión de subsidios, se presenta ante la sociedad como un programa fallido al que anualmente se le invierten más de 5 mil millones de pesos anuales, sin lograr bajar los índices de deforestación, marginación y pobreza de las comunidades forestales y aumentando el déficit de la balanza comercial de productos forestales valuada en más de 6 mil millones de dólares anuales, aunado a las implicaciones sociales y ambientales.

Por parte de los gobiernos de los estados nos hemos pronunciado propositivamente en el sentido de que la federación nos permita jugar corresponsablemente el papel que nos toca en términos de atender desde lo local esta problemática, lamentablemente nos hemos topado con un proceso sistemático de exclusión, de tal manera que del fracaso del PROARBOL los estados nos hemos deslindado.

No obstante hemos sido insistentes y en el marco de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA), en 2007, nos organizamos las autoridades forestales de los estados mediante la constitución de nuestra Comisión Técnica Forestal, que con mucho orgullo coordinamos, teniendo como objetivo hacer frente a las actitudes hegemónicas de la federación en materia forestal.

Desde nuestra constitución hemos llevado a cabo 10 reuniones ordinarias contando con la participación de las autoridades federales del sector sin que, desafortunadamente, nuestros planteamientos hayan tenido eco. Es por ello que el pasado 2 de abril fuimos recibidos por la comisión especial de atención a las comunidades que viven en el bosque de la cámara de Diputados federal, con la finalidad de que vía esa soberanía, las propuestas respetuosas de los estados sobre el relanzamiento del PROARBOL fueran escuchadas y tomadas en cuenta. Dado que esta por darse el cambio de los miembros de esta cámara de Diputados, muy respetuosamente me permito hacer llegar a Usted una carpeta conteniendo los planteamientos resultados de nuestras 10 reuniones, con la finalidad de que se sirva analizarlos y si así lo estima conveniente respalde este esfuerzo nacido en y desde los estados.

De igual manera entrego a Usted la recopilación de lo que ha sido la aplicación del Programa Forestal de Veracruz, denominado Iniciativa Veracruzana por el Agua, los Bosques y las Cuencas. Esta iniciativa se crea por instrucción del Lic. Fidel Herrera Beltrán para abordar de manera integral el deterioro de los bosques y selvas, las fluctuaciones del abasto de agua, la erosión del suelo, la pobreza y marginación en las montañas de Veracruz. Promueve como eje central de planeación el Ordenamiento Ecológico Territorial, que nos permita visualizar el inicio de algo permanente y eficaz.

Este esfuerzo de trabajo sustenta su actuar en el un gran Plan Sectorial Forestal , nuestra primer Ley Estatal de Desarrollo Forestal Sustentable y el Decreto que crea el Fideicomiso Público para la Restauración Conservación y Manejo del Agua, los Bosques y la Cuencas del Estado de Veracruz, mismo que le apuesta a la solidaridad de todos los que recibimos los beneficios de de los servicios ambientales con énfasis en el agua, con los que son dueños de estos bosques y selvas, bajo el principio de que No podemos pedir a los dueños de la tierra que la cubran de bosque, si no aseguramos para ellos el sustento diario.

La Iniciativa ABC se ha conformado como el instrumento que proporciona la filosofía y el método para trabajar con los recursos naturales de los veracruzanos y ha merecido el reconocimiento del fondo mundial para la conservación vía el PNUD.

Quienes han financiado sus reglas de operación y el programa de difusión mediante la documentación de los casos exitosos resultado de su aplicación, con la finalidad de que se consolide este modelo de gestión en Veracruz y pueda replicarse en otros estados. Estimado Sr. Diputado esperando contar con su respaldo en un tema en el que está en juego el futuro de esta y las futuras generaciones, me permito felicitarlo y desearle el mejor de los éxitos.