Digamos “Gracias, Jesús” con el Mesías de Händel DOMINGO 1 ADVIENTO c A Digamos “Gracias, Jesús” con el Mesías de Händel Monjas de Sant Benet de Montserrat

ADVIENTO c A : EL DÍA QUE YA HA LLEGADO NOS PREPARA PARA EL QUE ESPERAMOS Domingo I- SE ACERCA, ESTEMOS EN VELA Domingo II- CON JUAN PREPAREMOS LOS CAMINOS Domingo III- LA SALVACIÓN YA ESTÁ AQUÍ Domingo IV- NACE JESÚS, HIJO DE DIOS, Y DE JOSÉ

A bajo explanada donde estaba el Templo Monte de los Olivos donde Jesús dice el evangelio de hoy A bajo explanada donde estaba el Templo

TODAS LAS IMÁGENES SON DE LOS MOSAICOS SOBRE LA HISTORIA DE NOÉ, DE LA BASÍLICA DE SAN MARCOS DE VENECIA

Mateo 24,37-44 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos;

Abrid los ojos, ¿no os dais cuenta de lo que está pasando? Familiares de Noè Abrid los ojos, ¿no os dais cuenta de lo que está pasando?

lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre:

Noé haciendo entrar los animales en el Arca En medio de tantas adversidades, Yo os vengo a salvar Noé haciendo entrar los animales en el Arca

Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.

Vosotros andáis de lado. Yo, en cambio, llamo a cada uno en particular Parejas de animales

por lo tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.

Aunque el mal os devore, velad pues él no tiene la última palabra Cuervo enviado por Noé

Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.

La HORA es incierta. El final es seguro. Ahogados por el Diluvio

Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.

Vendré con la PAZ, el día que el arca acoja, por fin, a todos

Señor, igual que después del diluvio, aunque nuestro altar y nuestra ofrenda sean pobres, haz de ellos el señal de la NUEVA ALIANZA de este Aviento

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