ELCANA Y ANA: Cumplir un voto 1Samuel 1:1 – 2:26 Lección Adultos Escuela Sabática 25 de agosto de 2007 www.pastorroncal.webcristiano.org

VERSÍCULO DE MEMORIA “No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio como el Dios nuestro” (1 Samuel 2:2)

INTRODUCCIÓN Mucho depende de la cooperación de los cónyuges en el hogar cristiano. Elcana estaba profundamente emocionado por la consagración de su esposa, y cordialmente se unió con ella en su deseo. Es un excelente ejemplo de la admonición de Pablo: "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella" (Efe. 5: 25).

I. ELCANA 1. LAS RAÍCES DE ELCANA Elcana significa "a quien Dios ha comprado". Un levita (1 Crón. 6: 33-38; cf. vers. 22-28; PP 614) de la familia de Coat que vivía en la tribu de Efraín.

I. ELCANA 2. SUS DEFECTOS Tenía dos mujeres, practicaba la poligamia que era muy común en esos tiempos. Vivía tan sólo a 19 km del tabernáculo de Silo, era natural que Elcana, siendo levita, asistiera regularmente a las tres fiestas anuales (ver com. Exo. 23: 14-17; Lev. 23: 2)

I. ELCANA 3. SUS VIRTUDES Elcana subía como un israelita común con sus sacrificios propios para animar a sus vecinos y para darles un buen ejemplo. Aunque vivía rodeado de un mal ambiente, es claro que mantenía en alto su espiritualidad. Aunque Ofni y Finees eran corruptos, Elcana era fiel en su culto y en ofrecer sus sacrificios.

II. ANA 1. SUS RAÍCES El nombre Ana significa , "afabilidad". Era la primera esposa de Elcana y no tenía hijos, era estéril.

II. ANA 2. SUS SUFRIMIENTOS Compartía el amor de su esposo con una segunda mujer. Penina, la otra esposa de Elcana la irritaba y le hacía muy miserable su existencia. Ana sufría porque no tenía hijos. No comía y lloraba amargamente.

II. ANA 3. SUS DESAFÍOS Ana no se había obstinado en su dolor y autocompasión, ni se malhumoraba cuando su esposo le dirigía la palabra. Manifestaba un encomiable espíritu de dominio propio. Buscaba refugio en el santuario. Con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.

II. ANA 4. SUS ACIERTOS Derramó su alma delante de Dios, orando. Explicó al sacerdote Elí su actitud de oración. Pidió al Señor un hijo. Prometió dedicárselo a Su servicio en el templo. Confió en Dios y esperó el cumplimiento de sus promesas, comió y no estuvo más triste.

III. EL CUMPLIMIENTO DEL VOTO 1. DIOS CUMPLIÓ Jehová se acordó de Ana y ella concibió y dio a luz un hijo. Llamó su nombre Samuel que significa “oído por Dios”, recordativo del pedido de Ana. Ana recibió con alegría el regalo de Dios.

III. EL CUMPLIMIENTO DEL VOTO 2. ANA CUMPLIÓ Para Ana, Samuel no era tan sólo un niño sino una ofrenda dedicada a Dios. Procuró educarlo para Dios desde sus primeros años. Esperó destetarlo y lo llevó al templo.

III. EL CUMPLIMIENTO DEL VOTO 3. ELCANA CUMPLIÓ Elcana consintió en el voto de su esposa (Núm. 30: 6, 7), y de acuerdo con 1 Sam. l: 21 lo hizo suyo (ver com. Núm. 30: 6). Reconoció que Dios estaba guiando el plan del nacimiento de Samuel. Elcana hizo suyo el voto de su esposa y lo cumplió.

REFLEXIÓN Samuel fue descendiente de Coré (1 Crón. 6: 33-38), quien lideró una rebelión en Israel, pero los hijos no siempre cosechan lo que sembraron sus antepasados. Elcana y Ana hubieran argumentado razones humanas para no cumplir su voto por la corrupción reinante en su tiempo. Cumplir un voto ante Dios es confiar en Él y entregarle nuestra vida y lo que es nuestro o lo que Él mismo nos ha dado: nuestros hijos. Vale la pena cumplir un voto a Dios porque Él cumplió primero.

MUCHAS GRACIAS Este material fue preparado por el Pastor Samuel Roncal Vargas Capellán General de la Universidad Adventista de Bolivia www.pastorroncal.webcristiano.org